Busco novix.


"Busco novia". "Se busca novix". Ayer pensé varias veces esta frase a modo de eslogan publicitario. La navidad me ha cogido por los cuernos y con la oscuridad y el frío hay algo muy emergente que se me viene dentro. Y se me vino a la cabeza algo parecido que leí de otra persona hace tiempo

y me atreví a probar cómo sería anunciarme yo.
Yo, y lo que busco yo.

Así que, sería tal que así mi anuncio:

Estoy, convivo, en situación de precariedad. En los últimos 5 años, mis años de Barcelona, he habitado en 11 casas distintas. Mi vida consiste sencillamente en el día a día, y éste en los malabares improvisados para sortear dicha precariedad. 

Precariedad económica, afectiva e identitaria, se entiende.

Soy migrante, de la pequeña a la gran ciudad. Del centro al este. No manejo bien la lengua ni los códigos de donde habito, aunque hayan pasado 5 años ahora desde que empecé a devenir metropolitanx. No me adapto, sería la conclusión a modo de juicio cultural. Probablemente, por razones de las que podríamos hablar, tampoco quiero.

Diría que tengo flujos de ansiedad periódicos y recurrentes, con consecuencias físicas y emocionales, aunque me niego a la medicación, por lo que finalmente decidí aceptarlo y vivirlo como algo que forma parte de mí, y que me conecta con el proceso de fabricar bienestar por mí mismx con lo que voy recogiendo.

Me siento profundamemte orgulloso y conectado con dicho proceso. He recorrido un largo camino conmigo mismx.

Tengo un total de 8 títulos académicos si incluimos la ESO y hace justo 2 años decidí dejar de trabajar en todo lo que se me presentaba y comenzar a centrarme en lo que no me hace daño. Eso me ha dado anclaje y salud. Aún así voy y vengo de todas partes y de momento no he encontrado la estructura firme que me sujete en una dirección. Quiero pensar que la estoy construyendo.

Voy a publicar un libro lo cual me sirve para materializar todas estas vivencias en algo que se puede guardar, que se abre y se cierra.

Vengo y me constituyo en base al feminismo radical, el anarquismo, y el punk. He comenzado a entrecruzar mi camino militante con el complejo y contradictorio mundo de la antipsiquiatría. Seguramente porque, igual que el feminismo, habla de un eje que me ha atravesado toda mi vida. Seguramente porque he empezado a saberlo ahora. Seguramente por el momento que vengo viviendo.

Quiero decir, el de precariedad. 

Me obsesiona y fascina la idea de colectivizar las vivencias, las emociones, y por qué no, los sufrimientos. De no encontrarnos a solas en todos los momentos cotidianos de intentar aguantar a flote nuestras propias vidas. No tan propias, pienso. Me obsesiona y fascina la idea de que todo lo que nos pasa por el cuerpo es estructural, es política. Me obsesiona y fascina la idea de poder hacer materiales las ideas que en cierta forma se me cayeron, se me rompieron, en varias ocasiones ya, hace cierto tiempo. El imaginar, tan sólo imaginar, poder hacer real el salir de unx para poder ser muchxs más. 

En la gran ciudad donde sobrevivo, la precariedad económica y afectiva es casi norma. Se habla mucho de ello, pero en el fondo creo que no se dice gran cosa. La norma "poliamorosa" como ficción de consenso dentro del guetto también impide pronunciar determinadas necesidades y palabras. 

Busco compañerx/compañera de vida para compartir las estrategias, y para disfrutarlas. Pensé que la palabra era compañerx de vida, pero quizás por cómo me he vivido en los últimos tiempos, y visto lo visto con el uso de las palabras, ahora considero que la palabra es novia, novix. 

Busco a alguien en un nivel de precariedad similar.

Que haya comprendido que la inestabilidad y la inseguridad proviene de lo estructural. Alguien que tenga en un nivel elevado de sus prioridades de energía y ganas el de la gestión emocional, que no entienda ésta vinculada al esfuerzo y al conflicto, y que la elabore desde el feminismo, sea cual sea su propia pedrada de lo que esto podría significar.

Busco alguien que quiera compartir recursos y vivencias.

Que sea migrante o migrante exponecial; es decir, que esté buscando viajar, como forma de conseguir dinero, o para conocer(se) desde otros lugares.

Busco alguien que considere seriamente plantearse un proyecto de vida en conjunto, algunos de cuyos objetivos sean el colchón económico y emocional. Y el de perder el miedo a mostrar vulnerabilidades.

Apostaría por compartir cotidiano con animales no-humanxs, y hacernos refuerzo para volver a introducir a la práctica el veganismo que abandoné.

No será una relación/proyecto heterosexual.

Si me identifico como algo en el ahora, es  con mi descripción del tinder: trans*, terapeuta y poeta. Esta persona debe sentir cariño y respeto por estas tres etiquetas, sobretodo lo que representan en mí.

Como último, busco crear un espacio de seguridad, de afecto, de placer y de creatividad. Habilitar techo y paredes para habitar ese lugar. No entra dentro de este contrato el vínculo romántico o sexual, los cuales en el caso de existir serían generados independientemente a esto. Busco un contrato susceptible de acoger en tal contrato a más personas en similar condición: es decir, lo que se entendería como una relación abierta.

Todo lo anterior como base de contrato debería ser revisado, contrastado y ampliado por ambas partes desde el propio vínculo a generar.

Believe in yourself.

 "Perdóname, te lo tenía que decir"
Daddy Yankee


Ahora que
la disforia nos la ponen de moda
el cuerpo equivocado cotiza
que nuestro síntoma les sale a cuentas.
Ahora que no te das cuenta de que no cuentas.

Ahora que
todo es individual
que tu ruptura tiene cura
que te lo venden y te lo meten y te lo recetan
que lo tuyo, es lo tuyo
y que para ello
hay tiendas especializadas

Ahora que
politizar tu malestar
es casi casi un asunto romántico
que debes mirar para dentro
y nunca señalar afuera

Ahora que
la imagen y la estética nos está matando
que puedes reafirmarte con un par
de believes yourselfs
un par de fotos de mira cuánto y qué bien que me ha quedado
transformado
un par de milagros psiquiátricos
un par de huevos, un par de ovarios

Ahora, aquí
en este preciso instante
en que ya no sé muy bien, qué era lo importante
de apostar por este proceso

que necesito reconocerme entre mis iguales,
aunque

no somos iguales, y a veces
vuestras formas de enfocarlo
me hacen aún más daño
que lo que diría mi abuela
si estuviera viva y estuviera para contarlo.


Por la despatologización de las vivencias. Por la vuelta de tuerca a la disforia médica. Por la creación de nuevas formas de existencia. Más sanas, más colectivas, más valientes y reales.

Que si éste es tu tránsito, ésta no es mi revolución
hermanx.

ME GUSTAN TRANS*


(Manifiesto translover)


Me gustas tanto cuando no lo tienes claro.
Me gusta cuando lo pruebas.
Cuando te atreves.
Cuando entre la rigidez de la mirada propia y ajena
se te cuela una duda
pequeñita

y no la pestañeas
y no la subestimas
y te quedas con ella
y la confiesas y la haces política
poderosa e importante.

Me gustas cuando miras
hacia tu propia nada.
Cuando te asomas
al abismo de una identidad inconstante
prefabricada.

Me gustas cuando cometes el necesario fallo preciso.
Cuando te equivocas
y que sea entonces cuando aciertas.

Me gusta que no sepas.
Me gusta que ciertas preguntas te cuesten las noches
y la vida.
Me gustas cuando no les tranquilizas con una respuesta.

Me gusta que te desorientes. Que no haya por dónde coger tu mapa
que estés perdidx y que nos encontremos comiendo pipas en un parque.

Me gusta encontrarnos. En realidad, lo que me gusta tanto de ti
es encontrarte.
Encontrándome.
Porque sin ti, igual me creería que estoy solx.
Porque en ti me encuentro con mi reflejo
y eso me hace más mío, y eso me hace grande.

Me gusta que te plantes frente a todo
como si no hubiera un mañana
que abandones la fábrica cotidiana de dolor y de mentiras
que te abanderes de tu propio cuerpo cuando grites BASTA.
Que con la defensa de tu mera existencia demuestres
que este sistema no hay por donde agarrarle.

Me gusta cuando el resultado no es lo importante.
Me gusta cuando el propio proceso te tiene inmersx. Te tiene locx. Te tiene al límite.
Me gusta ese preciso momento en que no se es nada y entonces el todo aparece.

Me gusta que bajo la amenaza de muerte decidas que no será eso lo que te impida
seguir adelante.

Me pone tanto, tanto, el desafío, la contestación y el coraje.

Es por eso, es probable.
Y por más.

Es por eso
que a mí
me gustan trans*.

Bueno qué

"Toda pasión es una deuda con el pasado.
Toda herida es una dependencia" 
Chantal Maillard.

Un objeto de deseo complicado.
La vida, que sucede en directo, todo el rato.
Cada duda atravesando una pregunta.
El no saber si puedo.
El no saber cuánto y hasta cuándo.

¿Bailas conmigo?

Sortear la inseguridad para
saborearte en el instante y tratar de hacerme con un presente continuo
y de paso, y sin embargo
sin desconectar de todo el pasado
que me trajo hasta que tú y yo nos encontramos. ¿Quieres encontrarme?
Te deseo suerte. Te deseo paciencia.
Te deseo destreza. Te deseo ganas.
Te deseo con ganas. Te deseo.

No quiero perder el ritmo.
Necesito estar en este centro exacto.
Necesito el centro para que luego no duela
para que ya no me duelas tanto
por si acaso
por si acaso necesito el centro. Límite del dibujo
del esquema del contacto
que yo mismo me hago.

Y llega la sentencia:
No puedo permitirme perderme.
Si aceptas eso, prometo no tratar de defenderme.

Me gustas. Y eso para mí significa que me gustaría bajar la guardia.

Te ofrezco follarte a mi coraza.
Sólo por un rato.

Bueno, qué
¿bailamos?

De la rabia.

De la rabia.

Te abro mi rabia y no ves nada.
Yo te abro mi rabia
y tú te cierras y ciegas la mirada

no recoges no acoges no atiendes no entiendes huyes sin saber de qué
y así te quedas, sin saber

y yo me quedo, con ella
con mi rabia

Te abro mi pequeña sabiduría
te abro mi aprendizaje de vida
mis certezas políticas
hechas de tanta carne y tanto cuerpo puesto al ataque al poder, a la defensiva
por tanto territorio y tanto espacio saqueado ya antes de nacer

te abro en definitiva un vacío ancestral y legítimo
te abro las compuertas de un abismo social que está, también, encarnado en mí
en esta piel y estos huesos
este vientre estos ojos este sexo

y tú
tú sólo escuchas rabia
sólo lees rabia, y así es como en rabia me conviertes
me transformas en aquello que más temes

No puedes ni quieres sostener.
No te agencias ni del último atisbo de tu contexto geopolítico:

el último atisbo, que es nuestra pequeña verdad y resistencia
y sí, nuestra rabia

Nuestra sabia defensa
la trinchera que nos ayuda a no tener que retroceder
cada día en que decidimos seguir vivas
cueste lo que cueste
y sea lo que sea para cada unx
decidir seguir viva.

No tengo mucho más que compartir. ¿Sabes qué?

Que no.
No te mereces mi rabia.

Vida.

Que no me falte la vida.

Que sucedan las estaciones.
Que se caigan los parches.
Que te acuestes en otro mundo.
Que aprendas a encontrarte.
Que te toque de cerca el dolor de escoger la verdad por delante.
Que no me anestesie de rutina.

Que no me falte la vida.
Que no me asuste sentir.
Que no sirva esconderse.
Que te quites la mentira.
Que se te rompa el corazón.
Que amanezcas desnudx, derrotadx y frágil
y fértil.
Que el vacío te abra el camino que te queda por delante.

A mí,
que no me falte la vida.
Que no nos engañen de vergüenza.
Que te pueda besar sin pensármelo dos veces.
Que la lucha me abra en canal.
Que pueda mirarte a los ojos siempre que necesite confirmarlo. Confirmarte.
Que el amor sea político.
Que la guerra sea elegida.
Que siempre haya opción.
Que resistas.

Que me falte el aliento, el tiempo, el dinero e incluso la capacidad de llevarlo adelante.

Pero que la vida no me falte. Que no nos falte la vida para vivirla a nuestro modo y de nuestra parte.

Compañerx.

Que sea la vida misma
la que no nos falte.

Líquidxs


Visto el panorama

yo, te propongo
el romance y el poema
más cortos de la historia

y luego lo que surja.

Advertencia:
di que aceptas
sólo si te gusta
la poesía.

Punto G.

A continuación, marque su opción en una de las dos siguientes casillas.

Mi género, cuál es?
Pues...

Mi género consume hormonas de farmacia
Mi género es mi creación
Mi género es rabia
Mi género no tiene un registro civil
Mi género no está contemplado por el aparato legal

Mi género es el rechazo en mi familia
Mi género es la incomodidad en el tinder
Mi género es la complicidad en una intimidad sin ropa
Mi género es genealogía política
Mi género requiere control médico
Mi género me permite una forma más amable de habitar
una mirada más tierna hacia lxs otrxs
Mi género fue escogido
Mi género fue escogido para poder habitarme a mí conmigo
Mi género está dentro de las categorías psiquiátricas

Mi género desea. Desea y mucho.
Mi género resiste. A la muerte
Mi género folla
Mi género está jodidamente vivo
Mi género escupe verdades
Mi género te hace de espejo
Mi género genera disputa
Mi género es disforia
Es bendita disforia
Mi género es una respuesta
Mi género conoce de cerca el miedo
También el duelo, y la nostalgia

Mi género va a seguir su curso
Mi género sí requiere de tu mirada
(no tanto de tu aprobación)
Mi género, hecho
de piel, carne y hueso
Mi género, que me le he imaginado y
se ha hecho material, elemento de materia táctil
que se puede tocar

mi género, que es
en este cuerpo
por y en el que
yo libro
todas
de cada una
de mis batallas

Mi género ni quiere ni puede rellenar el maldito formulario.

Quién.

Una vez leí "No queremos que nos acepten. Queremos que nos deseen".

Y no lo olvidé.

Porque ¿Quién puede querer a una persona trans*? ¿Querer el límite, querer la frontera? ¿Querer lo que resiste viviendo en dos lados? ¿Dejar a lo incorrecto, lo desviado, lo incómodo, entrar hasta el salón? ¿Entrar hasta tu corazón? ¿Hasta tu cama?

¿Quién puede desear a una persona trans*? ¿Quién puede desear un cuerpo que nunca se espera? ¿Un cuerpo lleno de sorpresas? De cosas que te dijeron que no deberían de estar en ese lugar.

¿Quién quiere intimar con alguien trans*? ¿Te contagiarás? ¿Será intenso? ¿Será demasiado? Generar intimidad con una historia de tantas posibilidades y de tanta verdad que te pueda derribar lo que creías acerca del sexo, de la felicidad, del trauma.

Del estar vivx y de estar en vida.

Dime, ¿quién puede amar a unx trans*? ¿Asumir ese riesgo? ¿Desobedecer tan descaradamente la norma? ¿Contarlo a la abuela, presentarle a a tus colegas? Prepararte a pie de guerra a las miradas los juicios y los monotemas. ¿Afectarte contra el patriarcado, compartir la disforia? ¿Comprometerse con tu deseo a una causa? Amar el territorio y la experiencia que este mundo niega.

Y gozártela mientras.

Querer, desear, amar a alguien trans*, es asumir enfrentar la violencia. Asumir posicionarte de este lado de las cosas. Este lado complicado. Asumir placeres y dolores que no conocías. Asumir que no tienes ni puta idea. Asumir que tu propio género quedará expuesto. Quedarás desnudx cuando os desnudéis y decidas desear.

Venga, dime,

¿quién coño es la valiente que se atreve, en este mundo de asesinatos cotidianos y transfobia de andar por casa, a abrazar sin metáforas, un amor trans*?

Amar en cuerpos revueltos.

(Oda a lo intenso)

Engánchate a mi vuelo y volvámonos un poco locxs.
Regresemos a la tierra luego y descansemos en un sofá cama.
Ábreme la herida y dame de regalo esa mirada que me diga
que toda esta alegría explosiva vale la pena.
Que el miedo también merece la pena.

Pierde el equilibrio, que yo te recojo
rodemos por el tatami.
Contágiame del vértigo.

Déjame ser tu guía, y te llevaré a los sitios donde más me he equivocado.
Honremos los errores.
Bebamos calimocho.
Tira piedras conmigo.
Todas con las que has tropezado.

Hazte presente y contacta, con tu dolor y con tu gozo sin juzgarte.
Hazme presente y mírame lo más humano que te alcance la ceguera esta con la que has venido a mi encuentro.

Idealízame y córtame la cabeza luego.

Juguemos a morir, a nacer, y a poder contárselo a alguien.
Busquemos las palabras que nos expliquen y mandémoslas a la mierda más tarde.

Deja a tu cuerpo que se expanda mientras hable.
Siéntate entre mis muslos.
Siénteme y te juro que nos llevaremos esto para siempre.
Aprendamos a hacerlo lo peor posible
y suspiremos aliviadxs.
Escúchame lo que te digo.
Quiero encontrarme contigo.
Mientras lo quiero ya lo estoy haciendo.

Es tan complicado y tan fácil
descubrirnos sin disfraces.

Eso es
lo real
mente
intenso.

Al final todo
sólo
se trata de eso.

No busques en otra parte.

QUÉDATE.

//'Trans': prefijo de origen latino que significa detrás de, al otro lado de, o a través de. 
También puede referirse a: 
Química: Ácido graso trans, tipo de ácido graso insaturado que se encuentra principalmente en alimentos que han sido sometidos a hidrogenación.//


Atravesando. A-través-de.

Cuando notes cómo el dolor te abre la piel, quédate. Quédate con el dolor. Es tuyo. No huyas.

No te vayas.

Cuando aparezca tu monstruo, quédate. Dialoga con él. Mírale a la cara.

No te escapes. No te vayas.

Cuando no distingas lo real de los fantasmas, quédate. Ríete de ellos.

No corras. No te vayas.

Cuando todo sea parte de una misma extraña trampa, quédate. Escucha de qué te habla tu miedo.

No te mientas. No te vayas.

Cuando te tiemblen las piernas, el diafragma, todo el jodido cuerpo, quédate. 
Quédate y tiembla. Y grita. Y llora. 

Pero no te vayas.


...Y si te pierdes, cuenta conmigo. Y si tu hogar se rompe, cuenta conmigo. Y si tu cuerpo no responde,  cuenta conmigo. Y si te persigue la policía, cuenta conmigo. Y si necesitas huir del mundo, un rato, para poder quedarte. Por favor. Te lo pido. 

Llámame, y cuenta conmigo.

Blanco.





Blanco.
Color blanco.
¿Tú crees que existen los sueños que curan?
¿Creerías en sueños que reparan?
¿Tú que dirías? ¿Creerías en un sueño que puede cerrar algo que te hace sangrar?

Blanco.
El color menos presente en toda la gama cromática de mi vida.
Yo, que soy tan darks.

Esta noche soñé un sueño inmenso, de color blanco. Soñé tan fuerte y tan blanco que el aire que respiro, mis pasos, los sonidos y las calles han cambiado su forma de estar.

Soñé un amor blanco. Una infancia en blanco. Mi familia de sangre y mi familia escogida me acogían.
Yo nos miraba en un espejo y pensaba "todo está bien". Y eso me llevo. Me llevo que todo está bien.
No me cabe en el pecho. Duele de un modo que quiero que así esté. Lo quiero dejar estar.

Estoy en blanco.
Medio sobrecogido.
Camino.
Hablo de ello.
No sé ni cómo estar.

Y ustedes,
¿creen que existen los sueños que curan?
¿Creerían en sueños que reparan?

¿Y tú?
¿Creerías en un sueño que te puede cerrar algo que te hace sangrar?

Mi primera verdadera vez.


La primera vez que yo me masturbé
tenía 29 años.
Fue incómodo reconocer en los ambientes transfeministas
esta cosa que me sucedía.
Miedo a las miradas de compasión, juicio y condescendencia.

"Tu cuerpo es tuyo compañerx".
¿Que mi cuerpo es mío? ¿Cuando ni lo siento?
¿Nuestro cuerpo es nuestro?
¿De veras?

Miedo a mi consciencia de falta de pertenencia a mi propio cuerpo. Miedo dentro de la supuesta liberación sexual que caricaturizamos.
Miedo al "nene, tienes un bloqueo".
Por la edad, por lo que he tardado, podría decirse que esto que digo es triste. Y no. No es así para nada.

No es triste necesitar del tiempo.

Al contrario de lo que siempre imaginé
no me hizo falta estar borrachx
no hizo falta que nadie me ayudara
ni con su presencia ni con sus manos

no había música
no había velas
me lo hice a pelo

no lo pensé
porque no andaba bien
de la cabeza
no sé
qué fuerza o impulso sucedió
sólo sé
que sólo fue así

fue nada y fue todo a la vez
todo fue

todo lo que encontré entre mis piernas
fue impresionante y fue nuevo
sentí
todo, todo lo que acaricié
de pronto fue más mío de lo que nada pudo antes serlo

mi pecho fue mío
mi vientre fue mío
mi cuerpo era sólo uno y se estremecía sin romperse y
era perfecto
mis manos lo reconocían
todo estaba bien
porque todo mi cuerpo existía por dentro
porque mis diez dedos supieron cómo moverse
hacia dónde y para quién

y mi placer fue tan mío
tan intensamente mío
que a todxs a quien se lo traté de contar después
no supe describirlo.

Reí. Gemí. Lloré.

Mis diez dedos limpios y mágicos
supieron
limpiaron
la violación, el abuso
la heterosexualidad asesinada
el no ser nunca
lo bueno ni suficiente
para merecer
mi propia paz
con este cuerpo.

La primera vez que me masturbé
yo tenía 29 años y nada tenía sentido.

Fue ágil y fue mágico.

No me corrí
ni de lejos
y no me hizo falta hacerlo.

No necesité de otro gran final que el de la profunda sensación de casa
a lo largo de la piel
de que algo roto se estaba cosiendo
el gran final fue el orgasmo de la justicia
el de que estoy a punto de encontrar algo necesario para seguir viviendo.

No me lavé en toda la tarde las manos.
Olían a victoria. Olían tan tan bien.

Mi mayor logro fue que
tocándome
he creído
por fin
ver algo
que sea cierto.

Quiero recordar y celebrar tanto como sucedió en ese momento
cada centímetro de mi piel.

Nos merecemos tanto por vivir.

Celebro haber llegado hasta aquí.

No es triste saber que a veces necesitamos tiempo.

* *



A las dos mujeres con cáncer de mi vida. A los dos cánceres que me atravesaron.

Hoy bajaba con suavidad de tus piernas a tus pies. Con respeto y entrega. Y me di cuenta. De que estás viva. Me he dado cuenta de que no te has muerto. Y con ello el puente, de que también mi madre no se ha muerto.

Si estuvieras muerta este día no habría sucedido. Es lo primero que pienso, la primera certeza. Si hubieras muerto, hoy no podría estar tocándote en esta intimidad tan fuerte y necesaria. Si al final estuvieras muerta no podría quererte en paz y sin que me dolieras.
Pero estás viva. Te toco y te quiero.


Subí hacia tu cuello. Sentí mucha alegría y rompí a llorar. Noté que la coraza de frialdad frente a la muerte se agrietaba. Lloré las dos lágrimas justas y contadas: una a mi madre, y otra a ti, aquí y ahora las dos mujeres con cáncer de mi vida.
Me noto tan duro. Tan frío. He tenido que frivolizar tanto para sentir que lo podía controlar. Tengo un animalillo tan frágil y asustado dentro que no quiero que nadie me lo pueda ver ni notar. Nisiquiera yo suelo poder hacerlo. He llegado a creer y a vivir como si yo no me pudiera morir. Frente a la muerte me defendí como inmortal.

Cuánta rabia, cuánto susto y pérdida del control desde lo racional que se me mueven dentro.

Gracias por recordarme con vuestra enfermedad que la muerte existe todo el rato. Que no se va. Que yo voy a morir, que todxs vamos a hacerlo. Que las cosas van muriendo en un tránsito constante. Que mi coraza y mi frivolidad no me van a salvar.

Me dais ganas y luz de poder vivir desde otro lado. Se me cae la máscara. Me dais permiso de desear en esta vida que me quieran por ser quien soy yo y no el personaje que me he/han inventado.

Gracias por ser una tarde de agosto del 2018 y que sigais vivas. Gracias.

Te rompiste.


Te rompiste enfrente mío .

Me asusté
me afecté
me enfadé
me enternecí
me puse a la tarea

Yo querría otra intimidad distinta.
Me sentí egoísta.

Te rompiste a mi lado.
Me puse a la tarea
y te sostuve.
Me emocioné.
Te quise.

Yo querría compartir
otro amor
de otra manera.

Me llamé egoísta
también te llamé egoísta a ti.

Me dolía verte rota.
Me aliviaba verte auténtica.
Me dolió verme sosteniendo
me pregunté si tú me sostendrías a mí

la respuesta me golpeó el orgullo y el afecto

y me quise ir pero
tú permanecías rota y
yo te quiero
y tengo la vocación metida en esto

Y me quedé. Y tú no estabas.
Ni me mirabas.
Y tú te ibas. Y yo me quería ir también.
Y me quedè.

Me dijiste de risas que cuánto me debías.
Y te quería. Y te odiè.

Y hoy lo recuerdo
y no sé si me debes algo
y no sé si quiero sostener esto
y sé cuidar de todo menos de cuidarme.
Y no sé qué hacer.

Desayunar recuerdos.



Palencia.

Recuerdo aprender a nadar. Mi bici rosa con ruedines derrapando por el pueblo de mi bisabuela. Inflar globos. Coleccionar objetos encantados. Mi peto azul. ¿Dónde está mamá? Recuerdo cortarme el pelo de chico. Recuerdo mis colecciones de cromos. Recuerdo magia. Aprenderme el nombre canto y nido de todos los pájaros. Traer pájaros muertos y vivos a casa y parecerme fascinantes en sus dos variables. Zumo de naranja por las mañanas. Recuerdo mis cassettes. ¿Mamá? ¿Papá? Recuerdo magia. Algo no va bien. ¿Problemas del primer mundo? Las paredes se me vienen encima y mi casa deja de ser un lugar seguro. Mi cuerpo se me rompe. Médicos médicos y más médicos. Años y años. Les odio. Me dan asco sus manos en mi cuerpo, me da asco mi cuerpo entre sus manos. Me tocan sin preguntar. No quiero que nadie me toque nunca más. Desensibilizo todo mi cuerpo. Dejo de sentir. ¿Mamá? ¿Papá? Amenazas. Integro el impulso de muerte. No sé qué me pasa pero todo es culpa mía. Escapar. Devoro libros de política y guerra social. Estoy enfadadx. Quiero escapar. Quiero venganza. Bebo mucho. Sexo compulsivo. Logro escapar. Viva el punk, todo vale. Me cuesta regresar. Regresar es difícil. Regresar deja secuelas. Quiero pensar que algún día algo importante se habrá limpiado. Sigo enfadado. Hoy sé reconocer mi rabia. Tomo decisiones fuertes. Vuelvo a sentir mi cuerpo. Deseo, y deseo que me toquen. Deseo mi cuerpo y deseo mi vida. Me divorcio de la muerte con separación de bienes incluida. No tengo "La familia" pero tengo mucha gente que es mi familia. Un día algo muy importante estará limpio. Es difícil. Pongo el cambia todo cambia. Menuda tontería. Me alivia. Respiro. Sigo desayunando.



No.




No me toques la herida cuando esté abierta,
que me la infectas

no apuntes hacia donde no voy a defenderme
que me desangro y no me entero de dónde es que golpeaste tan fuerte


no agarres mi biografía para despertar sus peores pesadillas

no invoques fantasmas

no alimentes mi monstruo
que descansa
tranquilo
en su cunita

no te saques las cerillas cuando presientas un tímido charquito de agua
limpia y serena

te acercas y
me susurras
que quieres volver

te veo y
te digo que
tú vuelves
para remover la mierda

y que
para eso

que para eso
ya
no vuelvas.

Te repito, alto y claro.
Las veces que se requieran:

No me toques la herida
cuando está abierta.
Que me la infectas.

Avinguda del Paral·lel.


Rompe a llover.
La lluvia es un acontecimiento evidente, obvio, conocido y seguro.
Yo, por el contrario
no lo soy

miro las gotas y pienso mientras tanto
que no sé si me rompo
o me arreglo
no sé si esto que tengo tiene arreglo
o si lo tuvo o si ya no

y mientras tanto
pedaleo y me empapo y
pedaleo y pedaleo y
me empapo

pienso en que yo, en este momento
no encuentro nada evidente
ni obvio
ni conocido ni seguro
de mi piel para adentro

lo acepto y
cojo la bicicleta y salgo hacia, bajo, la tormenta

quiero de esta lluvia que hoy me arrastre
que arrase
quiero que agarre todo lo que llevo encima con lo que hoy no puedo
quiero que rasque y que rompa esta sensación de que no salgo de esta

quiero de esta lluvia que se lleve a mis muertas
quiero que cierre la sombra de esta desmemoria rancia 
que se las lleve
o que me las traiga delante
a todas ellas

quiero que las convoque para que me puedan decir a la cara
qué es lo que ostias tengo que aprender 
para acabar con la maldición heredada de la violencia
hacia y por todas las ancestras

decidme a la puta cara qué es lo que me queda por entender 
dadme la respuesta
quiero mojarme en esta lluvia, quiero escapar y salvarme
salvarme, sí
quiero salvar mi alma
maldita sea

quiero que esta lluvia me caiga encima tal y como lo hace 
y que me moje de una manera en que yo por fin pudiera
creer de no sé qué modo en algo que sea más grande

más grande que Barcelona
más grande que mi edad
más grande que la punzada del pecho que por momentos creo que me va a tirar
más grande que lo que he conocido
más grande que lo que nunca hubo
más grande que la lucha por todo lo que sigue vivo

Lo siento, Benedetti
por aquel soberbio "no te salves"
que te marcaste.
No sé desde dónde, desde qué sitio
enunciaste eso.

Lo siento si entonces, tal y como dices:
no te quedarías conmigo.

Porque yo sí
lo escojo
lo elijo
lo pido
porque lo necesito.

Porque sí.
Yo sí
yo, me quiero salvar.

Y mientras tanto...

...Pedaleo y me empapo y
pedaleo y pedaleo y
me empapo

y pedaleo

y pedaleo...

Amor romántico en tiempos de tránsito.


No me acordaba que me quería tanto.
No me acordaba que me quería tan poco.

Ni los amores disney me sacan de esta.

Yo, que no sé si soy Aladdin o Jasmine,
que no soy ninguno y que soy los dos,
preferiría una película de esas
que tanto detestamos
una pérdida de tiempo de amor y de vida de lo más normativa,
al desorden de afectos que me traigo.

Yo no me hice queer para esto.
Te lo prometo.

Yo, que no sé si me veo Tarzán o Jane,
que todo eso nunca acabó de tener en mí un sentido.

A mí que me parió una madre
que desde que tengo uso de razón, y seguro que ya antes del uso, y de la razón,
me amenazaba con morirse.

Desde entonces, más que de la persona
yo intuyo que de lo que me enamoro es de la amenaza.

Me creí y me especialicé en salvar gente perdida. El salvador de las suicidas. El salvador de mi propia culpa por la muerte constante e inminente de una madre.
Cuando me di cuenta traté de desengancharme.
A veces se me escapa y vuelvo a ello.

A mí que me crió un padre
para quien no existió nadie más que él
enfermo de su narcisismo, yo desaparecí de su mirada
y en aquella casa quedamos viviendo, así, yo, y su sombra.

Desde entonces, más que de la persona
yo intuyo que de lo que me enamoro es de la sombra.
De la ausencia que va a dejarme.

Quiero que baje disney y que me saque de esta.

Yo, que no sé si soy Simba ni Nala
que no soy ninguno, que soy los dos probablemente

que estoy perdido

yo
que a veces me pillo de imprevisto a mí mismo esperando que alguien me vea
me abrace
me espere
me encuentre
me salve

quiero que venga la norma y me libre del infierno que me construyo cada vez que no tengo cuidado
con lo que deseo.

No me acordaba que me quería tanto.
No me acordaba que me quería tan poco.

No sé tú. Pero yo.
Te lo juro. Yo no me hice queer para esto.



Transitar desde y a través del feminismo: sangrar y sanar la misoginia sufrida, detectar la propia misoginia interiorizada, y cuestionar con tu cuerpo los mitos de la masculinidad.


Trans* y feminismo se necesitan.

A mí.




A mí

no me folles con respeto.

Sexo y respeto me resulta una unión tan hetero.

Aspirar a follar respetando es un follar heterosexual.

Si quieres follar, que follemos,

puedes follarme con muchas cosas

que te puedo contar

mientras lo hacemos.

Con ganas, con garras, con dientes, con límites, con tiempo, con gusto, con tacto, con pactos, con intensidad, con juegos, con cariño, con esposas, con besos, con risas (espero), con cinco cervezas de más, con dudas, con miedos, con tu fantasía, con la mía, con arnés, con vértigo, con tu cuerpo por partes o con el mío todo entero, con torpeza, con arte, hasta te dejo con los calcetines puestos.

Pero que no sea con respeto, eso que no vuelva a pasar

te lo pido de verdad.











Por qué no me gustáis los hombres®

Patología de esta poesía: Feminazi.



No me gustáis porque os veo a todos iguales
iguales de pesados, retorcidos, babosos y cobardes.

Aunque sé, y he aprendido, que esto es un problema mío
(y me costáis mucho dinero de terapia, que conste)
me sucede que tengo esta conjuntivitis, este astigmatismo congénito
(vale, lo reconozco, construido)
y cuando os miro, ya sea juntos, o por separado, se me desenfoca la lente
y yo no os sé distinguir
de repente.

Fallo mío.

No me gustáis porque sois cutres
porque vuestro poder es cutre, vuestra fuerza es cutre
abusones cutres de vidas de mierda
vuestro abuso da pena
vuestra desentonación desentona, vuestra desubicación trastorna
vuestro medioambiente

vuestra sexualidad es un fraude, vuestra afectividad una mentira
vuestros cuidados son un espejismo narcisista
que encima os creéis que nos hacéis creer
señoritos deconstruidos, nuevas masculinidades

No me gustáis los hombres®
porque no creo en el destino de la biología
y con mi propia Ciencia Cierta yo os declaro
que decidís
día a día
seguir siendo hombres

no me gustáis los hombres®
porque escogéis la forma más simplona y aburrida de ejercer el privilegio
porque no queréis soltar el cuento
que os habéis creido
(¿qué os habéis creído?)
sobre que las cosas están puestas aquí por vosotros
y para vosotros
sobre que podéis coger lo que os dé la santa gana
que nadie os va a decir nada
que vuestros cromosomas os dan
derecho y destino

que el mundo es vuestro, que lxs demás estamos aquí de extras
de sujetavelas del entierro de vuestra decencia
de testigos de la falta de respeto
que tenéis hacia todo y sobretodo hacia vosotros mismos.

No me gustáis porque no habéis pasado miedo por ser quien sois
en vuestra puta vida.

Generalizar es la mejor forma que tengo de introduciros al prefacio de mi ira
así que desde un profundo binarismo hoy me lo legitimo y me permito:

No me gustáis en absoluto, hombres®
no me gustáis ni un pelo

quitad vuestras manos, vuestros cuerpos
tan blancos, cis, falsos, tan heteros
quitad de la cadena humana vuestra categoría ridícula
dejad de robarnos el aire, que a algunxs mucha falta nos hace
y no queremos compartirlo

anda, va
venga
quitad de nuestro camino.


Mi coño.


Mi coño tiene prisa, mucha prisa.
"¿Por qué tanta prisa?" le pregunta mi cabeza.
- Por vivir - éste le contesta.
Mi coño tiene prisa por vivir.

Mi coño lleva toda la vida aquí.
Mi coño, ha sido coño de toda la vida y coño de casi todo.
Mi coño ha sido coño de niña
coño de bebé, coño de adolescente indecisa
coño hormonado, coño violado, coño promiscuo, autosuficiente y empoderado
ha sido coño hetero, coño asexual y coño lesbiano

a veces ha sido un puto coñazo
también

Hoy es un coño trans*
desde entonces se anda reconciliando con mis manos
está mutando y desde entonces parece que se gusten un poquito
un poquito más

mi coño desafía
desobedece a la construcción
y desde su género de coño
dice un gran NO a la biología
a la violencia de la genitalización
y demuestra
que no
que no existe el sexo del coño

mi coño lleva aquí toda la vida
y de toda la vida ha sido castigado
si hay algún sitio en mi cuerpo en que se ha librado la violencia machista
por excelencia, por elegir
fue en este inocente trozo escondido de mí

tan culpable de cualquier cosa
de cualquier cosa que cualquiera le haya querido culpar

A mi coño se la han colado
le han confundido, le han agredido, le han hecho el lío
le han contado muchas mentiras sobre el cariño, el placer y el cuidado

y a mi coño yo... yo le he traicionado

Mi coño se las ha visto con casi todo
y con todo sigue aquí hoy en día, esperando
y ahí nos vamos
coño a codo
acompañando

mi coño tiene prisa, mucha prisa
tiene prisa por dejar de pelearnos
por volverlo a intentar
por saber qué es lo que se siente cuando no se siente
ni miedo,ni dolor, ni asco

por sentir, tiene prisa por sentir

y poderlo al fin
vivir
antes de morir.

Coño.

"Tengo que dejar que este dolor fluya a través de mí y pase. Si resisto o trato de pararlo de 
alguna manera, va a detonar dentro de mí, me va a destrozar, mis pedazos van a salpicar 
todas las paredes y a todas las personas que toque." Audre Lorde.




Honestidad.


En general
las personas trans* hemos aprendido
en general
sin darnos cuenta
cómo se hace y
qué supone
el ser honestx

no lo hemos teorizado, no es una tesina
no es estadística
simplemente
lo hemos hecho
lo hemos atravesado.

Las personas trans* somos tal
porque hemos transitado una parte de nuestros propios secretos.

El ser honestx,
¿que sería?
decir la verdad
al menos, dejar de decir mentiras

en la incertidumbre del saber nunca
nunca del todo
qué significa aquello de
"mentira" y "verdad".

Hemos hecho -me atrevería- un acto salvaje, antisocial
un sin sentido, ni marcha atrás
jugándonos la integridad y el cuerpo a las consecuencias

a menudo se hizo porque era o decirlo
o no salir de ésta
porque la integridad, el cuerpo y las consecuencias
ya estaba en juego. En el famoso campo de batalla.

Un deseo al aire que pido
es que nos demos cuenta
de que nos une un lugar
de que tenemos un sitio común:
que somos personas que dijimos la verdad

a quienes y en donde no se la esperaba
donde no fue bienvenida
en general

y que
después de tomar conciencia y enterarnos con cada célula nuestra
que
efectivamente, eso sucedió, que lo hicimos así
y que es por ello que estamos aquí
donde estamos

que sea entonces
que recobremos nuestra herramienta de supervivencia
la honestidad que nos salvó y se nos cargó el destino biológico
la cal y la arena
para utilizarla, como si de una honestidad colectiva se tratara
como si Patrimonio de nuestra humanidad fuera

para poder decir
para correr el riesgo
de nombrar

para no poner insultos donde hay envidia
no poner dudas donde hay ganas
no poner ofensa donde hay miedo
no poner distancia donde hay deseo
no poner la herida y la mochila
en manos de quien pasaba cerca.
No poner nuestra mierda por el medio.

Recordemos:

Un día dijimos algo cierto. Terriblemente cierto.
Que ese día sea nuestro punto cero.
Partamos desde ahí al reconocernos y
organicemos
la alianza de la honestidad

generemos pues
comunidad en lo cierto
probemos la cálida afinidad
del permitirse ser
sin engañar.

Carta a la muerte de un padre.

La oscuridad es pa´ quien se la trabaja, segunda parte.



Te escribo para contarte que, aunque nunca lo sabrás
yo ya lloré todo lo que tenía por llorar.

Lo que no significa que no lloraré lo que haga falta
lo que se tercie, lo que surja, llorar
no quiere decir que no lloraré más, y sobretodo mejor.

Significa exactamente eso: que yo ya lloré todo lo que tenía por llorar.

No queda de lo poco de ti que guardaba
esa fantasía, esa ingenua ilusión

ya no queda, no está.
Me faltas en el mismo lugar de mi cuerpo en que ya me faltaste
la diferencia entre el antes y el ahora es que, muerta la fantasía, quizás sólo resiste lo real

lo real no es tanto que te odie, que no te quisiera
lo real es que me duele. Que dueles.

Real. Lo real.

Te escribo para contarte que, aunque nunca lo sabrás, he crecido y soy valiente

soy valiente de verdad

no esa valentía de la que tú me hablabas, esa a la que me obligaste. Nadie es valiente cuando ser valiente es la única opción.

No era valentía, papá, estaba aterrorizado. Tanto, que no podía parar, no podía quedarme, no podía estar.

He parado. Me quedo. Estoy. Puedo mirar. Puedo mirar lo que tengo dentro. Y duele. Y por más que lo mire no se va.

Pero soy valiente, papá. No necesito enfrentarme contra todo. He mirado. Y me voy a quedar, aquí, aquí dentro, asomado, un rato más.

Aunque duela. Y porque duele.

Porque me ayuda a poder mirar también a lxs demás.

Te escribo para contarte que, aunque nunca lo sabrás, he crecido y soy fuerte

soy fuerte de verdad

no esa fuerza de la que tú me hablabas, esa a la que me obligaste. Nadie es fuerte cuando ser fuerte es la única opción.

No era fuerza, papá, me estaba defendiendo. Tanto, que no podía querer, no podía cuidar, no podía sostener.

He bajado la guardia. Quiero. Cuido. Sostengo. Y cuesta. Y por más que lo intente a veces tengo ganas de atacar.

Pero soy fuerte, papá. No necesito destruirlo todo. He descansado. Y me voy a quedar aquí, abierto, frágil y tierno, un ratito más.

Te escribo para decirte que, aunque nunca lo sabrás, ya no te tengo miedo. Ya no puedes hacerme daño.

No voy a quitarme el nombre que me diste, no necesito eliminarlo. Estoy a salvo de esa parte de ti. De esa parte de mí. Estoy a salvo.

Recojo tus frutos, los que no se pudrieron. Los recojo y me los llevo conmigo. Te llevo conmigo, a ti, así.

Así. Te echo de menos y te quiero.

Adiós, papá.


Trans*


Trans*. Porque si la esencia hombre/mujer no existe, la trans tampoco.


Sí. Soy trans. Soy trans masculino.
No. No soy un hombre. No quiero ser un hombre®.
No te doy permiso para que me digas lo que puedo o no puedo ser.
Ya lo di bastante, hoy ya no.
Nisiquiera desde tu supuesto bollotransfeminismo.

Te lo advierto: Mi relato es mío y es sagrado.
Me ha costado gran parte de mi salud y vida.
No te doy el permiso de negociar mi relato.

Sí. Yo fui niña. Fui una chica.
Fui adolescente, fui "ey, guapa", "oye tía".
Y mientras todo eso pasaba también fui hetero.

Me hice mucho daño. También me lo hicieron.
Tuve novios agresores. Hoy, casi ni son importantes. Casi.
Casi, porque, echando la vista atrás,
lo peor sin duda fue lo que me hice a mí mismx.

Me puse ahí.
No. Ser niña, chica, guapa, tía, no tiene por qué ser eso.
Sí. Yo sí, me puse ahí.
Puse mi cuerpo donde no quería
puse mi cuerpo donde no podía sostenerlo
puse mi cuerpo para otros

me dis-puse a mí

puse mi cuerpo en posturas insoportables
donde no podía respirar ni moverme
donde el daño estaba asegurado
me puse
donde no ser yo era la única forma donde poder seguir estando

Me puse ahí.
No. Ser niña, chica, guapa, tía, no tiene por qué ser eso.
Sí. Yo sí, me puse ahí.

Sí. Soy trans. Soy trans masculino.
No. No soy un hombre. No quiero ser un hombre®.
No te doy permiso para que me digas lo que puedo o no puedo ser.
Nisiquiera desde tu supuesto bollotransfeminismo.

Te lo advierto: Mi relato es mío y es sagrado.
Me ha costado gran parte de mi salud y vida.
No te doy el permiso de negociar mi relato.

No tiene que ver contigo.

Esto lo he construido yo con mis manos.
Y con las de quienes me ayudaron.

Respeto quienes nunca fuisteis esa niña, esa chica, ese guapa, ese tía.
También a quienes lo seréis siempre.
En parte, y sin sentido, también os envidio.

De forma absurda, esa torpe envidia de saber de quienes
la herida la tienen en otro costado
quienes la biografía les escuece en otro lado
quienes se rompieron de otro modo

vuestra fractura no es contraria a la mía
quizás sólo necesitemos escuchar
por dónde es que se fracturó lx otrx

quizás también fue su cuerpo
quizás también fue el género
quizás también fue el abuso
o lo que unx necesita desorganizarse para sobrevivir
cuando la situación te obliga a ello

quizás sólo necesitemos notar el lugar
que nuestros cuerpos habitaron
que, es la mochila que hoy traen a nuestro encuentro
una parte, una pero importante
de la geografía desde la que nos hablamos hoy en día

quizás sólo necesitemos hablar y notar a lx otrx
para bajar
el discurso político, la fría sentencia de la estructura firme
dejar de arrojarnos el "feminismo"
bajar a lo que realmente sucedió, sacudió
aquel día, noche, año o milagro
aquel
en que supimos con la certeza de que
o abandonábamos la norma o no viviríamos para contarlo

Amigxs, qué suerte, cuando nos veo
qué suerte que abandonamos
y que hoy
estemos para contarlo

respetemos
el relato de lx otrx
o quizás un día sea tarde
para poder hacerlo.

Sí. Soy trans. Soy trans masculino.
No. No soy un hombre. No quiero ser un hombre®.
No te doy permiso para que me digas lo que puedo o no puedo ser.
Ya lo di bastante, hoy ya no.
Nisiquiera desde tu supuesto bollotransfeminismo.

Te lo advierto: Mi relato es mío y es sagrado.
Me ha costado gran parte de mi salud y vida.
No te doy el permiso de negociar mi relato.

Pero te deseo que un día seas tú
quien encuentres el tuyo.



Poesía triste.


La oscuridad es pa' quien se la trabaja.



Soy/estoy la oscuridad y la culpa.

Aquí.

Harto del papá por qué no me quieres
harto del mamá por qué no me escuchas

cansado de este adulto fuera y de esta niña sola y asustada dentro
cansado de la máscara, y también de lo que hay detrás, y detrás, y detrás

enfadado con mi dolor
enfadado con tu muerte

huyendo hacia adelante
hacia los lados
arriba y abajo
aquí vale todo, correr hacia cualquier lugar
todo, menos mirar atrás
huyendo hacia noséqué fin sin finalidad

soy/estoy la oscuridad y la culpa

sueño con mi padre ahorcado
con mi madre desaparecida
con mi habitación desierta
sueño que lucho y que se me muere un animal entre los brazos

Aquí. Tirado.
Pirado.
Me ando preguntando

ya no sé qué es más sádico
si querer que desaparezcas
o querer salvarte la vida

lo que quiero es muerte
hoy es la vida lo que no encaja
hoy, me sobra toda mi vida

soy/estoy la oscuridad y la culpa

sí, mierda
quiero desaparecer y salvar mi puto alma
no, joder
en realidad no quiero moverme de la cama

que
no me digas
no me toques
no me saques
no me salves
calla
respeta mi eslabón suicida
es mío, me sirve y me persigue

sí, a mí

así

dejadme así
como me encontrasteis

asomado a mi propio abismo

en este día
este poder querer morir
desear morirme a salvo
dejadme un rato
anda
dejadme
en
paz.



Yo qué sé.




Buscas mil formas distintas de poderte abrir

encuentras dos mil de volverte a cerrar

yo te escucho y te miro, todo

eres todo tú, todo el tiempo


las normas de nuestros encuentros son extrañas

para ti y para mí

la confianza no se compra ni se paga

lxs dos lo sabemos


a veces sucede y te dejas y te veo

y siento magia cuando me dejas hacerlo.

Joder, es tan, tan hermoso cuando te veo.

Yo qué sé.


Te quiero de esta nueva forma

un poco más sólida, un pellizco más sana

en que quiero estar contigo

y quiero que puedas continuar sin mí


sabiendo que cuando sea, yo te echaré de menos

echaré de menos tus jaleos, las vueltas que te has dado

para regresar al principio de toda esta loquera.

Regresar a tu cuerpo.  Regresar a ti.


Tras cada encuentro tengo la seguridad

de que voy a saber un poco más sobre cualquier cosa

sobre casi todo

voy a saber un poco más de qué va esta película de estar vivxs

en la que andamos

la película del sobrevivir y del pese a todo seguir

cuanto más te conozco más cosas aprendo

sobre cómo son mis cosas


las normas de nuestros encuentros son extrañas

para ti y para mí

la confianza no se compra ni se paga

lxs dos lo sabemos.


Mira, la fortuna de presenciarte no estaba en mis planes.

Yo qué sé.

A mí esto que nos traemos

no me lo dan las manis, las asambleas, las fiestas, ni los debates.


Sentirse llenx debe parecerse un poco

a lo que se me mueve cuando comprendo

que me has dado permiso

de acompañarte en este trayecto

cuando me dejas ser testigo

de tu impresionante

y sencilla humanidad.