Clavo mis certezas en tu carne. Sin remordimientos, con furia, con lujuria, con ira.

Me haces daño. Te hago daño.
Hacemos daño, y luego cobardes rehuímos la sangre.
Tirar la piedra, y esconder la herida.
Echar el pulso, y retirar la mano. En vano.

Mis certezas, ese espectro, simulador de verdades.

Y de mentiras.

Stendhal.

El síndrome de Stendhal es una enfermedad psicosomática que causa un elevado ritmo cardíaco, vértigo, confusión, temblor, palpitaciones, e incluso alucinaciones cuando el individuo es expuesto a obras de arte, especialmente cuando éstas son particularmente bellas o están expuestas en gran número en un mismo lugar.

El placer, el dolor, lo hermoso, lo bello.
Ahora cambiemos obras de arte por música, palabras, colores, tactos, poesía, cuerpos.

Cuerpos.

¿Sabes cuando tu cuerpo parece que va a explotar, y se difumina la línea entre lo doloroso y lo placentero, y sientes que no das para soportar todo lo que estás sintiendo? Si algo puedo nombrar como Vida, son estos, esos precisos y preciosos momentos.


Y no puedo decir más... A mí el castellano no me alcanza para expresar todo esto.

Pereza.

Cada vez que alguien o algo empieza a aparecerse como producto guay
guay, popular, estupendo, follable, elevado, aclamado, mundialmente conocido, comentado guay, guay, megaguay

automáticamente pierdo el interés, pierdo las ganas, pierdo el hilo
y encuentro algo mucho más interesante por lo que nadie babea
y pienso, dejadme solx
y me alejo

intuyo jerarquías
esquivo poderes
nadie más que nadie, un día dijimos

quizás es que sólo me atrae lo que nace y crece desde un adentro
o quizás es que sólo me encaja lo que existe para ser inaceptado
quizás es mi continuo enfrentamiento contra las estructuras
ese enfrentamiento en que un día ya aprendí que yo mismx me pierdo

me niego y no asumo que se asuma que sean los patios de colegio
lo que crea y destruye
las alianzas, las cosas bonitas
esta, nuestra vida
esta, nuestra herstoria.

Sororx.


Aquellas
a las que siempre quiero más que a mi vida durante el tiempo que nos damos.

Cuando se abre la gran nebulosa
ese pozoespiral sin agarres ni fondo
me sirvo de todos los momentos que hemos pasado
y como fuego me quema
me arde, pero sustenta
y nuestras noches y nuestros momentos y nuestras mañanas
nuestros silencios nuestras canciones nuestros gritos
nuestra conspiración que se enfrenta en constante
nuestros secretos, nuestros duelos, nuestros miedos, nuestros
siempre nuestros

os pienso y me entra ese impulso de amor pandillero
y aunque yo ya no confío en manadas ni en familias
sí, así es, os quiero
os quiero de esta forma extraña en que a veces yo quiero
esta forma en que se aparece tan grande
que el cuerpo no lo puede sujetar, y se duele
entre las costillas y por todo el pecho

el cuerpo se vuelve algo pequeño
y se duele
entero.

Hermanas a las que siempre quiero más que a mi vida
durante el tiempo que nos damos.




Viernes 13.


Desalojo, miedo, rabia, desorientación, vueltas de tuerca
a un temblor del pasado

y de pronto, y de nuevo, tú y tus tres mochilas
en mitad de la Avenida Meridiana.
Y aprietas los puños, y quiebras.
Y nadie se da cuenta.

Sin raíces ni tronco ni ramas
en la ciudad-hormiguero
donde nadie mira y nada importa.
Nada. Nadie.




https://soundcloud.com/la-tia-carmen/clematide

No es como cuando atardece
que minva el sol,
llavors l’admires.
I et mires.
Es como cuando se apaga
y nadie te dijo nada,
que flotas.
I en l’ànsia de trobar el terra
arrenco a córrer.

Que res no m’arrela
ni cap persona.
I sents que el món va donant voltes
i escoltes…
però és que has triat el silenci
que ningú s’aturi si és que ha de marxar.

La por de construir ta vida
et crida, i no vols assumir que ets sola
et controla i et crida
i no vols assumir que ets tu sola
et controla…

I a córrer, a córrer, hasta que el cuerpo
aguante y se canse
de hacer ver, que no siente
que no siente y que miente.
Que he sido abandonada
y que no pasa nada…
Que he sido abandonada
y que no pasa nada
si ahora me pongo a llorar.
Que he sido abandonada
y que no pasa nada
si ahora me pongo a llorar.

Celebro mi parada
asumí que desencontrada
me viví hasta aquí.
Aprender que la clemátide
del llanto que iba a ahogarme
se la podía una tomar
en cómodas gotas.

Deshacer la huída
coser hacia atrás
¡Cuánta herida!
En cómodas gotas,
deshacer la huída,
coser hacia atrás.
¡Cuánta herida!

Remenada per seguir
ja m’he après que tot el pes
no era en la mort.
I m’aturo, m’arrelo em vinculo
i ho respiro tot.
Canto, escric, apreto els punys.
Seré i sóc qui es crea en els seus llocs

No sóc de mentida, no sóc de mentida, no sóc de mentida
i sí amb por.
I a córrer, a córrer, hasta que el cuerpo
aguante y se canse
de hacer ver, que no siente
que no siente y que miente.
Que he sido abandonada
y que no pasa nada…
Que he sido abandonada
y que no pasa nada
si ahora me pongo a llorar.
Que he sido abandonada
y que no pasa nada
si ahora me pongo a llorar.

Igualment jo tinc per tu
i no puc encara dir
que em deixo que tu em deixis
Igualmetn jo tinc per tu
i no puc encara dir
que em deixo que tu em deixis
que deixo que tu em deixis...

¿Noviembre?


Espera, espera. ¿Qué sucede?  ¿Es posible que un invierno traiga la primavera? ¿Mi cuerpo podría llegar a volver a ser deseable y deseante? ¿Después del largo letargo, unx de nuevo despierta? ¿Se trata esto de una simple conmoción, un espejismo delirante? ¿O qué diantres significan todas estas hormonas que me alteran?

Señor Dios, último aviso: ya va siendo hora de que bajes a explicarte.

Dis-sastre.


Intentar enhebrar y coser todos los parches. Buscarle obsesivx los sentidos a tus vidas, como quien recoge colillas que otrxs tiraron por las calles, y las prende, y las apura, y las agota un último aliento de energía, para que puedan morir y así sea real su muerte. Reciclar sentidos, pues, de eso trata la película, de esas me trato, al fin y al cabo. Reciclando ropa, reciclando comida, reciclando emociones que no estando todavía muertas ya se han arrojado. Y quedan las calles llenas por ahí de todas ellas, por los suelos por los containers, y todo queda hecho un desastre con todas esas emociones sueltas medio muertas, y tú venga que te dale, sentido tras sentido, y tú recoges y enciendes por-si-acaso.

Un Cristo, como ya he dicho. Vaya, un auténtico desastre.


"Escribir produce ansiedad. Mirarme por dentro a mí misma y a mi experiencia, mirar mis conflictos, genera ansiedad en mí. Ser una escritora se siente muy parecido a ser una Chicana, o ser queer – mucha agitación, darse contra toda suerte de muros. O su opuesto: nada definido o definitivo, un estado de limbo ilimitado y flotante donde aguardo, me aquieto, me filtro, hiberno y espero que algo suceda.

Vivir en un estado de inquietud psíquica, en una Frontera, es lo que hace escribir a lxs poetas y crear a lxs artistas. Es como una espina de cactus metida en la carne. Se siente más y más profunda, y sigo empujándola al hurgar en ella. Cuando todo comienza a infectarse tengo que hacer algo para terminar con el dolor y para entender por qué lo tengo. Entro profundo en el lugar donde está enraizada en mi piel y aprieto, tocándola como un instrumento musical – los dedos presionan, agudizando el dolor en vez de mejorar. Entonces sale. No más molestias, no más ambivalencia. Hasta que otra aguja penetra la piel. Eso es la escritura para mí, un ciclo eterno de empeorar, mejorar, pero siempre sacando un significado a la experiencia, sea cual sea.

Entonces es la espina en mi carne la que me aúna a su llamado, a esa cita a doler, a gozar de esa fiesta íntima y política de hacer sangrar el lenguaje. Escribir como molestia hace huella de un oficio del extrañamiento, de la tarea de profanación de una jaula. Pero ¿cuándo se vuelve jaula el cuerpo? ¿cómo enjaulan los modos de inteligibilidad de los cuerpos? ¿es la teoría una jaula? ¿se convierte el lenguaje de la teoría en una jaula? ¿cuándo esa tecnología de inscripción y representación que es la escritura se vuelve jaula?"





Lonuncavisto.


Te miro y me digo y qué hago
si estoy medio borrachx
si no diciendo nada yo diría
que ya está todo dicho

se congela el momento apuro mi trago deshago el atasco deshecho el intento
borro el amago ahogo el deseo desdoblo un atajo respiro y espero

éste ahora tan perseguido y buscado
tan tú conmigo
tan yo contigo
éste con tus ojos clavados
este libidinoso escalofrío

¿permitirse unx conjurar la jugada?
¿concederle su tiempo al ritmo?
¿tirada de dados?
¿devenir quinceaños?
¿operar a mi antojo
o maniobrar evasivo?

pero, PERO

evado lo obvio me acojo al fracaso
a la mierda, payasx
vigila y calcula tus pasos
repiensa las piedras esconde la mano
si el corazón lo tienes a cachos
vete reptando hacia casa
escoge otra tarrina de helado

y cierra fuerte el frigo.


(Quince años. ¡Quince!, he dicho.)

Como si fuera otra.


Recojo en catálogo
deshecho ruinas, almaceno piezas
las cajas de una vida
reelaboro sin prisa
el almacén de mi existencia.

Como si fuera otrx.

Releo cartas
postales escuetas
bocetos eróticos
amor y odio en tinta
caligrafías olvidadas
que una vez valieron mi vida
una vez valieron la pena.

Como si fuera otrx.

Revivo aquellos años con aquella fuerza
borracheras y resacas
tormentos y tormentas
pasiones profundas incrustadas
descubriendo el sentir como condición humana esencial de mi persona
ante cualquier estímulo primario que se adviniera
una canción, unas líneas, una mirada, un poema
abstracción de la emoción
(¿síntomatología del autismo?):
un sentir hasta la médula.

Como si fuera otrx.

Recuerdos de cuchillas y
sobredosis de pastillas
infancia diagnóstica autista, adolescencia trágica
prototípica parodia de película que propicia
sangre, alcohol
y risas
y prisas
por salir del nido-agujero en que recreaba
aquel mundo interno diseñado a mi medida
refugio durante años
del vacío humano, largo invierno zanjado
por psicoanálisis y distancia.

Como si fuera otrx.

Rememoro las mañanas placenteras
de calma los días que construían
semanas la pandilla cercana las noches de farra de sexo
con hermanas las madrugadas a solas buscando
palabras al drama inocencia en la cama sin rastro
sin apenas rastro
de toda esta rabia.

Como si fuera otrx.

Hoy selecciono cachos y reescribo mi historia
escojo y elijo mis entresijos
de criatura políticoidealista
patética pura parafernalia
construida bajo el paso peso poso de las horas
de sol a sol a solas
anclada en la ciudad de piedra vacía y estanca.

Como si fuera otrx.

Me limpio y me sano la memoria
reseteo quiebros, ilumino farolas
que se fundieron en cortocircuitos
apagadas en los callejones sin salida
desenredo nudos, desdibujo manías
repeticiones de gestos de restos de secuelas
rescato y reconcilio vicios
eternas compañías
como este vicio de venga
con el dale que te pego
todo el día a la poesía.

Como si fuera otrx.

Veo el gesto de mi propia cara
incrustrada en la de aquella diminuta niña
su mirada triste y perdida en cada foto
tímida
bajo esa escandalosa melena rizada
y la miro
y me quedo inmersa

fascinada

quisiera poder hacer coincidir nuestras pupilas
agarrar su mano
quisiera poder agacharme y abrazarla
una hora
o varias
a esa asustada niña
y decirle que no tenga miedo
que está a salvo
que saldrá de ésta
que aprenderá a vivir
aunque también aprenderá
que vivir siempre cuesta.


Como si fuera otrx.
Hablarle.
Quizás siendo ya otra
mientras.


http://www.youtube.com/watch?v=zUnOWCURe2M
"pienso a menudo en el instante de franqueza universal
en que todas las personas pierden la elegancia
es mi pensamiento favorito
en ese momento no se confiesan verdades ni comienzan a copular
bailan como lo hacen cuando están solas

pero no están solas"





http://assembleamajaras.wordpress.com/

Transguayismo.

                         

                                  Maraña.
Una maraña no tiene principio ni fin. Pero puedes tirar de un hilo, y ver dónde te lleva. Noción de sujeto complejo.

                                  Posibilitar existencias.
Decir fuerte y alto. Y que no te importe que otrxs oigan o estar en una plaza con un mercado o en una fiesta transguayista o en el metro esquivando controles. Que otrxs oigan.

Deseo. Cuerpo. Invisibilidad. Lesbianismo. Resistencia. Categoría. Privilegios. Quiebros. No-espacio. Autonomía. Ritmo. Trans. Fuera-de.

Manual de supervivencia ante la precariedad absoluta. Una lavadora. Un colchón. Una ducha. Un libro. Unas horas. Una llave. Un lugar para esconderse en caso de asfixia. Un número para marcar en caso de catarsis. Un abrazo, mínimo, uno al día. Una mesa para reunirse. Un cuaderno. Un bic negro. Un paseo. Un té. Una cerveza. Un polvo (eso ya no recuerdo cómo era). Una mirada, cómplice, mínimo, una al día. Un qué tal. Una canción. Un baile. Una respuesta.

Mis cercanas no publican libros, ni hacen películas, ni piden todo el rato el micro, ni tienen siempre una exquisita opinión formada, ni se suben a escenarios, ni son divas de ningún grupo musical. Mis cercanas no me desean suerte ni me saludan a lo lejos. Mis cercanas se acercan. Se acercan a mi vida, a mis emociones, a mis vivencias. Mis cercanas preguntan y escuchan. Mis cercanas se acercan a mi cuerpo.


La ventana desde mi cama me enseña cada noche los tejados de Barcelona. Y yo me pongo infinitamente triste y también contentx. Y lloro sin consuelo, y me da la risa luego. Y quedo con el silencio. Sólo quedando. Sin sueño y con recuerdos. Paseo por mi cabeza y me da miedo. Luego respiro, y salgo, y me mareo. Demasiadas cosas aquí dentro y allá afuera y aún no sé si quiero si puedo y si lo entiendo. Pongo una película cualquiera. También pienso en escribirle, decirle cualquier cosa, lo que sea. Hola. Te pienso. Luego nada, luego no quedan fuerzas. Sólo quedan ganas, sólo queda eso.


Elena me sujeta los brazos, me dice, respira. Entramos juntas en mi historia. En mi columna, que no me sostiene. En aquel primer dolor. Entramos en el miedo al dolor. Que articuló cuerpo articuló historia. Elena me sujeta los brazos y me dice respira. Y yo te juro que lo intento.


Barcelona es multitud y soledades.
Y yo, yo soy tan de Palencia.
Barcelona es adáptate o huye o muere joven.



(...)



angustia Sants Raval Clot Girona Salt Urquinaona Sant Sever Arc de Trioumf angustia Passeig de Gracia postporno postnada academia gintonic sin-casa sin-curro angustia mossos metro bocatas multitud palomas yonkis plaza dolor de piernas diafreoterapia suspiro amigas colchón identidades autodefensa risas angustia

Siento que me he perdido.

No sé qué tipo de persona es ésta que vive dentro
que no sabe dónde estoy.

Transito por las casas y
ya no me miro en los espejos
porque tengo miedo
de no ver nada.

Es mejor hablar.

Cuando me da la flojera
y siento

que no me quedan energías, que ya nunca es como era siempre, que me falta empuje, arranque, que ni retrocedo ni avanzo, que no confío en la gente, que no creo en las causas, que no voy a volver a apasionarme, que me atasco en los rincones, en los detalles, que se me van las ganas, que se me comen las distancias, que ni me alejo ni manejo ni me convence ni puedo ni quiero que no me gusto que me canso que te calles que me aburro

cuando me rindo
y siento
que todo aquello te lo has llevado tú contigo

a este temblor concreto
yo le llamaría derrota.

Sin ti.

Eras casa. Eras fotos a color, y en blanco y negro más tarde. Eras primavera. Eras infancia, adolescencia, lo de después, lo que viniese. Eras verano. Eras libro. Eras música. Eras tu caligrafía. Eras sin/coraza. Eras tus lágrimas de risa. Eras calor. Eras nuestros miedos. Eras otoño. Eras historias. Eras montaña. Eras un paseo. Eras maullido. Eras vodka y tequila. Eras sábado y eras martes. Eras invierno. Eras mañanas en la cama. Eras susurro. Eras refugio. Eras parte. Eras familia.

Eras. Fuiste
se traza en
pasado pluscuamperfecto.
Hoy, ahora
tantos años
suelto el lazo invisible
que un día tracé en el aire
que quizás una noche soñé
que a ti y a mí
como hermanxs
nos ataba.

Sin lazo, llega el vértigo.

Y es extraño. Este sin ti.
Y ya se anuncia
necesario.
Y me siento ligerx.

La Luz se apaga.




Es complicada, la vuelta a la casa familiar
donde la muerte se impregna en los detalles
complicado este vivir esquivando la muerte
vivir asumiendo que tu madre morirá pronto
porque 
a veces
quisieras vivir para darle las gracias por la vida
vivir y ser feliz en su memoria
vivir recordando cuánto te amó

y a veces 

quisieras morir con ella
como una prolongación de la huella
un aborto retardado
sabiéndote en juicio
sabiéndote el más cobarde entre lxs cobardes 
y que te dé igual.







U.H.P.


"Part of the difficulty of depression is that it is a pain that is unnameable. 
Sometimes, art is the best way to capture the things we do not know how to say."






Caralibro.

No desearía creer saberte (que creyeras que me sabes) por ventanas de chat, ni por gmail, ni por entrada del blog, ni por guasap. He decidido que en esta vida, que es la única que tengo, yo quiero sentir a las personas a las que quiero sin intermediación ni vacíos de apatías (bueno, todavía se celebran cartas y llamadas, eso es cierto.) Yo no te quiero por bulimia de retaíla de imágenes construidas, te quiero por tus gestos el sonido de tu risa el temblor de tu llanto por la hormiga que me recorre si me miras o me tocas o me dices o el silencio. En resumen, creo, que es urgente que prioricemos los encuentros, defender y cuidar nuestros espacios y nuestras complicidades, que nuestras redes sociales no se formen por pantallas sino por cuerpos. Ofrecernos calor y cercanía, necesarias en este día a día que se tercia duro y golpea y mientras nos supuran las heridas olvidamos nos distanciamos aplazamos compañía y perdemos compañerxs.
Una estrategia más de separarnos envolviéndonos en aislante de apariencias y comodidades. La sensación de que nos estamos dejando, de que lo están consiguiendo.
Y si no te intereso, no te intereso. No me abras conversaciones ni me otorgues unas líneas ni me cuelgues tus enlaces.Quisiera nombrar importante la honestidad con unx mismx y con el resto llegadxs al punto de tan ridículas obviedades: si me lo envías, no es un abrazo, ya no son besos.
Contra las soledades
deshacer el nudo y forjar el lazo.
Esta decisión parece tan sencilla y es tan utópica que da susto.
Resulta tan extraño desearlo y que os lo diga

que nos doy miedo.



Antabux.




Notas cómo pierde su peso
circulando por tu pecho
cede y desciende

se aleja, se aleja
se apaga
se pierde

notas cómo pierde su peso
por tu garganta
hasta el vientre
tu cuerpo deviene mapa emocional
con el que te relacionas
en el que te envuelves

soltar es
deshacer
el nudo

literalmente.

Reposan las manos
y la flojera de piernas
quietud
aprehendida
en el instante

marchar al final
sólo es
permitir
que marche

en tu carne, en tu piel
se queda inscrita la huella
se torna en pasado, conforma tu historia
construye realidad
fabrica presente

respiras, sonríes

ligero, el agujero se hace ligero
calma aquí adentro
levantas mirada

ligero, el daño se hace ligero
templo aquí adentro
el cuerpo enseña, el cuerpo te habla

respiras, sonríes

se aleja
lo miras


                                              
                                                           y respiras

                                                                                              
                                                                                              y descansas.

GranNada.

Cuentagotas de las horas del cierre y despedida, todo divaga espera y agonía, decadente alegría, llega una voz que me instiga "amigx, emigra"

Granada es trampa

permiso de vida que atrapa y que arrastra a la deriva, perfiladas manías de estancarse y de acostumbrar el rumbo a la falsa premisa que dice aquello de que algo es mejor que nada

y yo digo, ya basta.

Apariencias autorrealizadas irradian presente sin nada a la vista, superficie, ambivalencia triburbanística despolitizada, aburren y aplazan borrones de planes de planos de salida ¿el día a día? aquí eso es estar perdida (y esto yo lo pronunciaría con un tono de risa que camufle esta resignación soterrada)

qué densidad, madre mía

ciudad normativa
acostumbrada a la Santa Dinámica de lo Perpetuo
y tú aquí continúas, garabateando estos bocetos
en tu propia carne, con tu propia vida

Granada, policía jipis y caca

yonkis de casi todo, pobreza estudiantil ilustrada que se recrea en la esperanza y en la simbología propia de lo que no significa nada, consumo de ideas, de perspectivas, usar y tirar derrotas y victorias abordando nuestra propia historia como atracadorxs de un tren de mercancías cualquiera

racismo que todo lo impregna
machismo, fobia, heteromierdas
vomitaría en la diversidad y en el mestizaje
quiero para mi no-casa la cabeza de Gandhi
Manuchaístas a la hoguera
feminazis a la calle

desde el cristal negro con el que ahora me desahogo me explayo en el bendito recreo de la subjetividad y del posicionarme, reniego del todo de que todo es tan según como lo mires, tan parcial relativo, tan en función de cómo encontrarse con unx mismx y con el resto, con los domingos, con los viernes, con los martes

llega la hora de irse, ¿a dónde? a que nos dé un poco el aire
una brisa brusca en la cara y en los gestos que renueve esta misantropía asesina que me nace
que me atraviesa a fuego en espiral de fatiga
hagamos un arte de la vacía salida postmoderna del punto y aparte

ay, qué agusto se queda unx cuando despotrica
señalando mentiras y miserias abismales
obviando su propia responsabilidad en toda esta mierda
por hoy la desplazo un rato, no sea que me abrume y me rinda

que aún queda mucha leña
aún quedamos un poco vivas
y estamos por todas partes.


Ale.




http://www.pikaramagazine.com/2013/09/de-violencias-apropiaciones-y-escarnios-por-una-etica-del-cuidado-ante-la-infiltracion-en-colectivos/







Política y poética
esos dos espectros
que cuando te miro
se me enfrentan

En mi mente.
En mi templo.
En mi cama.
En mi mesa.

Qué sinsentido.
¡Qué sorpresa!

Super Glú.

Te pienso.
Te busco.
Te encuentro.
(¿por qué sigues
alma cándida
con este juego?)

Te leo.
Recuerdo.
Se rompió.
Aquello
¿era real?
Pudo serlo.
Entiendo
tantas cosas
una:
eras preciosx
estando
entre mis dedos.

Lo rompiste
no era mi proceso
fue tu voluntad
y tu deseo

que Laura llega tarde
dices

desarme
bloqueo

sólo encuentro verbos
pasajeros, inermes
de conceptos.
Verbos que duelen.
Verbos-piedra. Verbos-hielo.

Y yo
elemento escéptico de la vida
que no cree en la falacia de la paciencia.
Y se caga en el jodido tiempo.

Últimamente se me rompen tantas cosas... ¿Sabes?
y me harto del suplicio ejercicio
de ser puente y de ser pegamento
de recoger y pegar trozos desperdigados
descuidados
por el resto.
Aprendo desprendo
emprendo
desapego.
Y a pesar de todo
(qué rabia)
todavía estoy en el todavía
creo que todavía espero.

Roto
raro rumbo resto
rezo
rastro redes ritmo

quisiera querer
estrujar nuestra historia
pero no son ni veinticinco años
y ya estoy cansadx

te regalaría una noche
(de esas sin estrellas)
pero aquí dentro ya hace demasiado frío
y se hace inevitable la necesidad de un abrazo

quizás me quede solx con mis palabras
con qué mejor que con ellas
mejor que con mis pensamientos
mis palabras
que nunca se rompen, que siempre templan
que guardan curan divierten
muerden acarician cosen miran
y que también olvidan
a veces.



Doble "resto" en doble significado.
Vaya caca de poemario.
Qué agonía de día.
Mañana empezaré de nuevo.
Tengo una buena noticia: tú ya eres tú. No necesitas cumplir una lista de 14 requisitos, o de 20 requisitos, o de 200 requisitos. No necesitas que unx psicólogx te extienda un informe, tras pasar por un proceso de evaluación que es tan complicado como inútil e innecesario. No necesitas un tratamiento con hormonas que cambie tu cuerpo, ni necesitas cortar las partes de él que consideras que son demasiado femeninas o masculinas (en realidad, las partes del cuerpo no son masculinas, o femeninas. Es la forma en que los demás las miran lo que las hace pertenecer a una categoría u otra).

Puedes empezar a ser tú ante lxs demás desde hoy mismo, y puedes exigir a las personas de tu alrededor que reconozcan tu identidad, porque nadie, excepto tú, puede decir quién eres.

No esperes a que se te “reasigne” un sexo. Asígnatelo tú. Estamos hablando de tu propia personalidad. Si no permites que lxs demás decidan por ti respecto a cuestiones mucho más triviales ¿Por qué ibas a darles el poder de decir en este aspecto?

Descubrirás que cuando dejas de ocultarte, avergonzarte, y permitir que otrxs te digan quien eres, lxs demás dejarán de tratarte como si tuvieras algo que ocultar, y como si pudiesen decidir quien eres.

Da miedo, pero funciona. Lo demás irá viniendo por sí mismo, cuando empieces a vivir tu vida, y no la que otros diseñaron para ti.



COLUMPIO
Andrea Gibson (2008), en Pole Dancing to Gospel Hymns.
Traducción de Nines B. Rodríguez


“¿Eres un chico o una chica?” me pregunta,
mirando hacia arriba desde esos noventa centímetros
de cara regordeta y esplendor..

Yo le digo, “Dylan, llevas tres años en esta clase
¿y todavía no sabes si soy un chico o una chica?”

“A ha”

“Bueno pues, llegados a este punto no creo ya que importe,
¿verdad?”

.“Ah… no. ¿Me empujas el columpio?

Y esto ocurre todos los días.
Es una marea de curiosidad de parvulario
precipitándose hacia las rocas de mi yo,
sea lo que sea yo.

En clase hablamos de la vía láctea,
la órbita del sol alrededor de la tierra o… lo que sea.
¡Júpiter! ¡Saturno! ¡Marte!
“Niños, ¿sabíais que algunas de las estrellas
que vemos en el cielo están tan lejos que ya
se han consumido?

¿Qué opinas sobre éso… Timmy?

“Um… mi madre dice que aunque tienes
pelos que te crecen en las piernas
y los pelos de tu cabeza son cortos y de punta
y hueles muy mal como mi padre
eres una chica”

“Tienes razón. Gracias, Timmy”

Y así funciona.
En el patio del recreo ella mira hacia arriba
desde detrás de sus gafas de sol súper rosas
y pregunta, “¿Tienes novio?”

“No”

“Ohhh” dice. “¿Tienes novia?”

Yo digo, “No, pero si por algún milagro en veinte años
al fin tengo una, te prometo que la traeré para que la conozcas.
¿Qué te parece?”

“Vale… ¿me empujas el columpio?

Y ésa es la cuestión.
A ellos no les importa.
A ellos no les importa.
A nosotros, por otra parte…
Mi padre sentado al otro lado de la mesa en la cena de Navidad
apretando los dientes por encima del plato aún lleno
su apetito echado a perder
por culpa de la intrusión de mi corte de pelo,
“¿En qué estabas pensando? ¡Solías ser una chica muy guapa!”

Universitarios borrachos y gritando
mientras se apoyan en las ventanillas de los deportivos de sus papás
“Hey, ¡¿eres un marica o una bollera?!”
Y yo me pregunto qué pasaría
si me topase con ellos en mitad de la noche.

Luego por supuesto está la siempre no-suficientemente-intensa
luz fluorescente de los baños públicos,
“¡Señor! ¡Señor! ¡¿Se da cuenta de que este es el baño de señoras?!”
“Sí, señora, me doy cuenta.
Es solo que no me sentía muy cómoda
poniéndome este tampón en el pene
dentro del baño de caballeros”

Pero la mejor es siempre la madre en el mercado,
arrugando la nariz
y haciendo a un lado los ojos como platos de su hija
mientras le susurra “No te quedes mirando, es de mala educación”

Y yo quisiera decirle, “Escuche, señora,
la única cosa de mala educación que yo veo
es su mano paranoíca y maternal
haciendo a un lado la mejor educación sobre una misma
que esa pequeña va a recibir jamás
viviendo con tu belleza sintética, derramada de kiwi, vainilla
labios de Maybelline, caderas de Stair Master.
Así que por qué no coges tus rosas y tus azules,
tus reglas chico-chica
y las empujas en ese carrito
junto con tu jodida revista Cosmopolitan,
porque mañana
yo empiezo mi día con veintiocho mentes
que saben muchísimo más que tú,
y si me presentase con un vestido de cancán rosa
esos niños no me iban a querer ni más ni menos.”

“Hey… ¿eres un chico o… bah, qué más da,
¿me empujas el columpio?”

Y algún día,
cuando crezcamos,
todo será así de simple.

Devenir disforia.

Intoxicación por feminidad, podría llamarlo.
Saturación de tanta violencia tan bien aprendida.

Necesidad arrastrada de respiro y de escapatoria de tanta norma

invisible
invivible

constante que me hace sentir atrapadx
atadx por todas partes a una moraleja que nisiquiera entiendo
que nunca pudieron explicarme del todo
porque ni sus propios mercenarios se ponen muy de acuerdo

pero que domina, y que te arrincona hasta que te falle literalmente la respiración
hasta ahí es capaz -son capaces- de llevarte.

No me encuentro y me asusto y pido espacios donde relajarme y empezar a poder plantearme un poco honestamente quién soy
(que se parece bastante a quién quieres ser, pero con algunas cargas perennes e inamovibles acopladas en tu cuerpo.)

Porque, después de todo
mi cuerpo sigue siendo aquel elemento/territorio cuasi-ajeno con el que aún no he aprendido ni de lejos a convivir de forma sana
después de tanto discurso y praxis y puntos y apartes y vivencias y alianzas y experiencias y rupturas y desestructuras y empoderamiento y descubrimientos y lenguajes
genera frustración encontrarte con que algunos asuntos pendientes están en el mismo sitio que estaban antes

(¿y el deseo? el deseo... ¡AY! el deseo. Señor llévame pronto, a mí y a mi deseo.)

Pero supongo que ante todo no desesperarse, y confiar
y de poco a poco
soltar
y de mucho a mucho
querer
y de tanto en tanto
asumir y actuar.

Y me posiciono ante mí mismx y digo: es mi propia crisis de identidad, y ya que poseer, poseo poca cosa, a ésta la voy a cuidar como si la hubiera parido.

Y a todo esto, y bien mirado
si yo fuera otrx yo y por casualidad apareciera en este sitio tan friki
si me leyera a mí mismx tengo serias dudas
pero digo serias, eh
de que no pusiera caras raras
y de caerme bien.

Bollomoñas.

Anudo tres temas, dos de ellas canciones cercanas de personas más cercanas aún que me masocagrada ponerme y que me acompañen en días tales que se parezcan precisamente al día de hoy.

Y es que es curioso, cómo desde vivencias distintas se puede experimentar o expresar un sentir tan sin/diacrónico y cómplice.

Moñas que nos recopilamos bandas sonoras y/o nos hacemos versiones sobre nuestros propios bollodramas... Uníos y expandid la plaga!





https://soundcloud.com/romaalrev-sespol-tica/jam-s-me-funcion-vivir-de-los

Yo no supe nunca cómo rebajar la intensidad
cómo dejar que no me importe que te mueve
cómo no alimentar cuánto amo que el placer de vivir te inunde los ojos.

Y  jamás me funcionó vivir de los recuerdos
tan bonitos que tenemos
como fotos enmarcadas en el salón de lo que fue.

No...
yo no he firmado ese pacto de abandono.
No...
aún no sé qué ha pasado.

Y no sé qué me da más miedo,
que al final me digas
"sí, ya no te siento en mi vida"
o "no puedo perdonarte"
no sé qué haya podido hacer sin darme cuenta
o que me digas "no pasa nada, todo está bien".
Que entiendas una relación vacía de ilusiones compartidas.

Y  jamás me funcionó vivir de los recuerdos
tan bonitos que tenemos
como fotos enmarcadas en el salón de lo que fue.

No...
yo no he firmado ese pacto de abandono.
No...
aún no sé qué ha pasado.







https://soundcloud.com/discordia-con-z/tracy-chapas

Pendeja
deja de quedar y no venir
el tiempo va pasando, y me cago en ti.  

Quiero dejar de pensar en ti.

Me desprecias. Me duele.
Ya basta.

Vete a joder a otra mujer
no me digas que me sienta bien
hablar siempre es fácil de hacer.

Brasas, muy brasas.
(me siento encerrada)

But you can say "baby".
Baby yo no entiendo qué pasó
quizás si te aclararas sería bueno
para las dos
piénsalo.

Por rancia
me pides que tenga paciencia
pero es que estoy hasta las tetas
¿sabes? creo mejor así.

A la mierda. 
Qué mierda.

But you can say "baby".
Baby yo no entiendo qué pasó
quizás si te aclararas sería bueno
para las dos
piénsalo.


Y termino con otra canción de una cantautora lesbiana de Graná.

http://www.youtube.com/watch?v=werY_DPSWbU

Me encantaría que no existieras más
que tu recuerdo se lo llevara por siempre el aire
que no haya boca que pronunciara más tu nombre
que alguien barriera las cenizas de tu querer.

Me encantaría que no existieras más
que no haya puerta que te esconda tras de ella
y que al caminar tuviera siempre la certeza
de que detrás de ninguna esquina vas a aparecer.

Y yo... que me he jurado la más dura de las mujeres
que me he querido más de lo que nadie se quiere
aún hoy no me limpio de tu querer.

Y yo... que andaba sola, valiente y fuerte como ninguna
que no quería cariño alguno pa´someterme
a día de hoy no me termino de reponer.



Dos incisos:
Viva Tracy.
Roma y Trini, GRACIAS.

B.


Bruno es un nombre propio masculino de origen germano en su variante en castellano. 
Proviene del germánico brünne, que quiere decir "peto, coraza".


Asperger.

Existir en la ciudad.

Las personas: acompañan dilatan extrañan desconciertan perplejan asustan manejan decepcionan contradicen asientan agobian acercan alejan aparecen desaparecen retroceden duelen dispersan hablan dicen entienden mienten callan saludan miran insultan modifican transmiten no transmiten guardan ofrecen expulsan arrojan prestan sueltan dan.

Y yo: desespero espero desconcierto renuncio crezco encuentro desencuentro permito recaigo filtro escapo elijo manejo retiro consiento lloro río tropiezo agradezco apago enciendo entiendo no entiendo me pierdo sueño comunico me choco me aislo regreso huyo reacciono empiezo termino busco disecciono reemplazco posiciono compenso distribuyo despierto angustio identifico gestiono bloqueo siento.

Como abejas en panales.
Avispas desorientadas.
Al borde del abismo.
El colapso ocasional.

Quisiera un diccionario básico de emociones
con un esquema que relacione unas con otras
descripciones, posibles varianzas
y caritas dibujadas
en sus laterales.

Aforismos antiheterohumanos desde Brasil.

"(...)
vine definida de fábrica como mujer y como heterosexual
politicamente soy torta
y si hace falta trans

pero algo no soy seguro y de eso no caben dudas con sólo mirarme: nadie podría jamás confundirme con una o un heterosexual o con un biovaron, y me jacto de ello, me parece bellísimo no parecerme a los lideres del mundo, no estar ni cerca de los ordenes mayores.

después tengo las potencias suficientemente expandidas como para conseguir deseo con todo tipo de cuerpos, con todo tipo de miembros y volumenes y colores, y excitarme.

me llevó un trabajo expandir esa potencia. tuve que ganarle terreno a la inundación heterohumana que formateó un tipo de heterodeseo.

pero si alguien me pregunta qué soy diría claramente nada que sea heterosexual. me repelen los y las heterosexuales, me parecen aburridxs mediocres sexualmente poco divertidxs con deseos anodinos chatos

no parecer hetero, no vivir como una, no desear heteros, me parece una cuestion fundamental, ocupar los ordenes menores hasta que me agiten en el devenir del flujo infinito impersonal.

y sobretodo no ser la novia bienhabida (diganle companiera, amante o como gusten) de ningún muchacho progre.


desearía volver a buenos aires y que por arte de magia
1. las lesbianas ya no desearan ser mujeres de bien heteronormales madres de familia y profesionales prestigiosas, sino tortas zafadas sedientas de bardo sexo sangre y fuego
2. las maricas ya no fueran ni mariconas misoginas anticoncha desafectadas ni nuevos ken heterocapitalistas
3. las travas y las trans gustaran de las conchas y nunca nunca dejaran de ser barderas antisistema molestando y arrasando en la discoteca
4. lxs heterosexuales ya no existieran "

Leo Silvestri.

Retransmisión.

Recobro restos revueltos, retuerzo recuerdos, resuenan resquicios retomo el relevo

transmito transcribo y - lo asumo- transmuto la transacción, transpiro... transparente translúcido transistoria, transijo el tránsito. Transversalidad tránsfuga, transfiere mis transbordos. Yo: transeúnte que transcurre, transformando, transgrediendo-se

resiste y revive el enredo, red de retratos-relatos (¿resentimiento?) reprimir el reflejo repetitivo
respiro, recupero
rezuma retorcida recta, repentino recurso: receta para un reinicio que reviente o revierta realidad(es). Recibes irrelevantes reglas. Recoges reproches. Repito y reitero: reivindico el respeto

...y ni transiquiera.


Antonia.

Hay cosas que te pasan que luego se pasan y todo sigue como seguía hasta entonces.
Hay cosas que te pasan que le dan una hostia a todo lo de antes
y muchas cosas se (te) rompen
y empiezas desde muchos ceros tus cuentas nuevas.

Después de 72 horas sin casi ver la luz que debe existir más allá de la planta de oncología, tu cuerpo está cansado, tu mente está colapsada, tus sentidos están a modo niebla con llovizna. Duele, todo duele, el dolor se expande y se hace extrarradio y no sabes concretar desde dónde ni hasta cuándo ni por qué.
Llega la noche-de-antes-de y te quedan pocas fuerzas y recursos para sentirte una pieza útil y pragmática entre toda esa estructura que se viene abajo. Esa estructura que es tu familia genética. Esa familia.

Es la hora de la despedida y aunque logras aguantar durante reglamentarios cinco minutos, al final el pánico se te escapa de las manos y te derrumbas. Lloras, sin parar, como algo inconsolable, como algo irremediable que se escapa, nadie más llora, sólo tú lloras y te vuelves a encontrar como esa pieza que dificulta y no quieres que tu madre te vea llorar pero no puedes sostenerlo y ella lo ve y la pides perdón y la vida entera se te para.

Al final sólo tu hermano y tu padre acaban cogiendo el autobús. Tú te quedas toda la noche abrazadx muy fuerte a ella, te sientes incapaz de soltarla, incapaz de cerrar los ojos, como si fuera a desaparecer en cualquier momento en que te descuidaras. Ella te tranquiliza, te hace entender que siempre estará dentro de ti, todas esas cosas a lo Mufasa. Ambas comprendéis que si por la mañana ella muriera, tú siempre sabrías que necesitabas esa despedida. Que ese autobús, no era para ti.

La muerte no se parece a ninguna otra cosa. No tiene un color similar a nada más.
Es de un oscuro opaco, inerte. Es fría y su sonido es de un silencio tan alto que ensordece. Da mucho miedo y necesitas mucho a la gente. Si no tienes la suerte de que nadie te recuerde lo contrario te hace creer que estás sola.

Eran las seis cuando aún no había amanecido y el celador llamó a la puerta.

Esa noche vimos juntas Antonia.

Gintonic.

El otro día estuve en un concierto de Andy y Lucas. Dedicaron una canción a las mujeres, que eran lo más bonito del planeta, decían. Que nadie debería ponerles una mano encima, decían. También dedicaron una canción a Marta del Castillo. Yo sólo podía reírme, y maravillarme del pendiente de Andy, que brilla 5 kilómetros a la redonda. Quiero un pendiente así.

http://www.pornforeveryone.net/pfe/watch-porn/video-archive/james-charlie/

Hetero etéreo estereo.

Me duele que obvies tu privilegio.

Cuando viviendo mientras vives tú no tienes que preocuparte

de la duda el juicio el no-lugar los comentarios el renglón vacío el miedo
los ecos el desprecio lo invisible la rabia la pelea el nombramiento
el espacio entre dos categorías la burla la venda el sarcasmo las frases hechas
lo implícito lo explícito la gradualidad el aislamiento
las preguntas -sin respuesta- las opiniones los espejos esa tierra de nadie
lo de dentro lo de fuera lo que te lanzan lo que te entra lo que se sale.

Respetar procesos. No comérselos, no recuperarlos. No invadir-los.
Me duele que obvies tu privilegio.

No niegues que eres-vives heterosexual, si es lo que haces.
Una noche de insomnio
como otra cualquiera
pero ésta es otra cosa
otra cosa
lejos del mundo lejos de la realidad lejos de mí

las imagenes se suceden como en estado de pseudoconciencia
las miro a través de un cristal
intento accionar el antinieblas y mirarme por dentro
qué es lo que te pasa

me susurro con cuidado
mi vida corazón mío
despierta
dónde estás
qué te pasa.

La música siempre, bendita ella, me ayuda y me recuerda
y aparecen como un álbum de fotos viejo
todas aquellas caras
y aquellos cuerpos
y con todo ello todos aquellos temblores que me agitan por dentro
es el misterio de la piel y la memoria
que guardan las emociones tan perfectas que siempre vuelven como si no hubiera hoy, ni mañana

son todas aquellas mujeres
que me han cruzado el camino y la existencia
que me deslumbraron
a veces como si fuera una veleta, una cometa cedida a su viento
su viento de amor, de calor, de dolor y de rabia
a veces como una rozadura ligera
pero con certeza y esmero

son todas las mujeres que me destrozaron y me levantaron
todas aquellas, mujeres
ahora da igual si mujeres-mujeres o mujeres que ya dejaron hace rato de serlo.

Aquellas que no supe quererlas
a las que dolí y traicioné
aquellas que lloraron y ellas lloraban y a mí se me rompía algo dentro
a las que abandoné sin saberlo, sin notarlo
aquellas con las que no estuve, no fui, con las que nisiquiera desaparecí
porque simplemente nunca llegué a estar del todo.

Aquellas que me dieron una muleta para caminar
unas palabras, unas caricias, un verbo que se me quedaría siempre dentro
que defendería como un tesoro que se guarda en la caja de madera
con un prohibido tocar.
A ellas, no quise retenerlas porque
no era relevante porque
estarían siempre dentro
y lo sabíamos
sabíamos que así es como debía de ser.

Aquellas que no me amaron
que entraron y salieron como si su casa fuera mi cuerpo
me poblaron sin contemplativas y se metieron dentro
y una mañana cualquiera muy temprano mientras yo dormía
dejaron las llaves con una nota ambigua de despedida
sin dirección
ni razones
ni teléfono.

Y yo sé
que los álbumes de fotos viejos no sirven de mucho
y que las emociones de ayer nunca ayudaron a construir las del día a día
y aún así 
me pierdo y me mareo en la montaña rusa
la que seré, la que soy, la que fui
me pierdo en mis recuerdos porque son los que me conforman

porque si me preguntas quién soy quizás pueda quedarme esta noche contándote esto
y advertirte que a veces me deshago y no sé querer
y que a veces las personas me fascinan y luego las llevo a modo de abrigo siempre encima
y que tengo un pánico visceral a despertarme por la mañana y ver la casa vacía
la relación vacía
tu mirada vacía
que me diga que ya no sabes el qué, pero que ya no quieres más.

Quisiera que sepas y quisiera en esta noche de insomnio contarte
aunque estás durmiendo
quisiera ponerte esta canción que escucho ahora y decirte
que soy mis recuerdos y mis miedos
que quizás no los asuma en su todo
pero que les quiero a todos y cada uno de ellos

al igual que a todas y cada una de las mujeres
que me atravesaron
que provocaron la herida
con las que compartí la cura
con las que no compartí más que el impacto
todas ellas, activas actrices de mi insomnio
os dedico mi álbum y las gracias
por los pasos dados.


Urquinaona.

Horta Maragall Sagrera Verdaguer

Importa desde dónde sientes
desde dónde escribes
desde dónde sucede
desde dónde te atraviesa y por dónde pasa

importa porque no es lo mismo
importa valorar el territorio
importa si te has perdido, o estás desprotegidx
importa si tiemblas y hay algún lugar en donde puedas  frenarlo

la palabra es despreciadx

Clot Monumental Sants Estacio Catalunya 

me diluyo en el espacio
me escondo, tiemblo y busco refugio
cojo los metros de forma compulsiva, me cuelo en todas las estaciones
uno detrás de otro
y yo sé que no me llevan a ningún lado
porque no tengo lado adonde me lleven
pero los sigo tomando

la palabra es compulsivx

recapitulo
estoy solx en mitad de Barcelona me he alejado de mis amigxs
he dejado atrás uno por uno todos mis espacios seguros
me he inmolado por mi propia “voluntad”
y ahora entiendo y ahora sé 
que esto ocurre cuando te enamoras
antes no lo sabía
me gustaba no saberlo

Liceu Poblenou Diagonal Fontana

me siento un humo negro por los andenes y avenidas
un humo negro que casi no existe, sólo avanza y levita
me choco contra la gente, me pesa la mochila
cargada de tantas cosas que ya he olvidado

sobretodo me pesa la pena
sobretodo lo que pesa es el desprecio

Importa desde dónde sientes
importa si te encontró fuerte o no 
tu implicación en el juego
sobretodo importa que estés bien informadx
de las reglas o simplemente
del hecho de que se trata de un simple juego

Tetuan Urgell Urquinaona

coges el cuaderno te sientas en un banco y te pones a rellenar líneas
con estas borrosas y parkinsonianas letras
las piernas las manos todo tiembla
parkinson emocional en primera fila

Barcelona es grande y asusta
ya la conocías de hace tiempo
y nunca fue tan grande ni tuviste tanto miedo

has dejado de existir, te has descompuesto y no encuentras
antídoto
para dejar de temblar
para la descomposición
ni para tanto miedo

Barcelona es un monstruo que te amenaza
y tú torpemente con tu cuaderno rellenas líneas y horas
te diluyes poco a poco hasta el momento cero
de la nada, todo se envuelve con esa nada

y tú, solx, nadando
te desencajan las pérdidas
dónde está la homeopatía, dónde está mi diario
si acaso vuelvo
si vuelvo a esta ciudad me juro a mí mismx
no olvidar este temblor


nunca olvidarlo.
Escribo porque necesito.

Me asumo como ser literario. Me asumo hechx de palabras.

Las palabras inventan la realidad, y viceversa.
Mi realidad es conceptual, y así es como construyo.

Al principio duele y cuesta, porque es raro
duele y cuesta,
como todo lo raro.

Me asumo como ser compuesto que compone en palabras.

ponle palabras, o revienta.

Huella mental.

Te rebanas el dedo anular de la mano derecha con la máquina de cortar carne. Entiéndase la importancia de ese dedo para una masajista diestra. Y para una bollera, ni te cuento. Mientras sirves cafés y cubatas te pasas el día llorando con la vuelta al sentimiento profundo de que tu vida no tiene sentido. Llega la noche y decides con tus 9 dedos coger el coche y hacerte el viaje hasta Santurtzi. Te quedas sin gasolina a mitad de camino a las 5 de la mañana, te pones a parar coches por las carreteras pero nadie quiere darte gasolina, hasta que llega ese momento en que uno te amenaza con la guardia civil. Paras en una gasolinera para dormir pero no puedes. Te vas a dar un paseo y hay coches que empiezan a ir más despacio y a pitarte. Es ese justo momento, a tus 24 años, en que la realidad te pega esa ostia, en la que te obliga a la plena consciencia de que a las chicas se las viola. Y de que tú, en esa realidad, eres una chica. Llena de un miedo que desconocías y de la rabia que lo envuelve, regresas con paso acelerado a meterte en el coche a esperar que abra la gasolinera. No te duermes. A las 6 de la mañana el gasolinero te ve y por empatía obrera o por tus pintas de perdida le provocas cariño paternal y te invita a desayunar con él. Llegas a Santurtzi cuando acaba de amanecer y despiertas a tu amiga. Desayunáis tortilla en el bullón, vais a las txoznas. Recuerdos. Paseos y complicidad feminazi. Risas, angustias. Desahogo, compartirse. Retiro. Al anochecer comes con Borja unas gambas en el puerto y recicláis bocadillos y un espejo de princesa. A la vuelta el motor peta y al coche se lo lleva una grúa, la única preocupación que te llega es que llegas tarde a abrir la barra. Y regresas al cotidiano en que te sientes cosificada, agredida, pequeña, aplastada. Pasas entre esa gente de siempre el día y piensas muy fuerte que menos mal que tenemos amigas y que nos quieren. Que menos mal que nos queremos. Piensas que eskerrik asko y maite zaitut. Y piensas que eso te sirve y te basta por hoy.

http://www.youtube.com/watch?v=WoOcOkMXaTw

https://www.diagonalperiodico.net/blogs/vidasprecarias/peligrosas-redes-afinidades-y-afectos.html

Clepto manía.

Me río. Me río de ti. Me río de tus miserias y de tus bondades. Cada día me llevo en los bolsillos y por debajo de la ropa todo lo que puedo, tu dinero, tu comida, tus pinzas para el pelo (para el pelo que no tengo). Me he dado cuenta de que ya no me importa su uso, el objetivo es robarte, y te robo. Me divierto ideando estrategias que esquiven tu cámara de seguridad y tus ojos, y los de toda la clientela asidua. Que a lxs chivatxs no les quiere nadie, ya sabes. Me lo paso bomba, y tu caja registradora ni se entera. En serio, de corazón lo digo: me encanta robarte. Contar el dinero en casa me hace dormir como un cachorrito. Almacenar todo tipo de productos que nunca pensé en utilizar es un tremendo aliciente diario. Joder, tu empleada está cogiendo un vicio que te cagas, y tú aún piensas que te respeta o que le afectas o que le inspiras miedo. Tú que me narras tanto tu satisfacción del dinero ganado y del trabajo bien hecho; tendrías que experimentar por un momento lo satisfechx que me siento con cada puñado de euros robados en la mano. Me darías pena, pero no me das ni eso. Me río de tu mentalidad de mierda, me río de tu familia, de tu condescendencia repentina y de tu soberbia cronificada, me río de todas y cada una de las miradas furtivas de desprecio que me regalas, pero también me río cuando me sonríes y me haces la cena, me río de tu machismo y de tu racismo, me río de tus monólogos de tus chistes y de tus problemas.
Y bien pensado yo no sé si esto es una venganza históricopolítica proletaria o simplemente que tengo mucha rabia acumulada y todo esto me ayuda porque todo esto me hace mucha gracia.


Te robo y me río.

Hipérico.

Carretera Polientes
Escalada, km 31
39220 Valderredible

Vivo en una cabaña de madera. Desayuno cada día mirando las montañas de Cantabria.
El ruido de fondo en mi casa son grillos, ranas, los tolón-tolón de las vacas del prado. En el bar son programas basuras de la tele, borrachos gritando/gritándote órdenes y baboseos y cosas, lxs jefxs discutiendo entre ellxs o con sus respectivos jefxs, ruido de gente hablando de nada o en la piscina o ruido de gente que más que gente son ruido.
Soy camarera, cocinera, limpiadora, reponedora, masajista, vendedora de cupones y de gas butano. Aunque no soy nada de eso, en realidad. En realidad soy Clau, y así gano dinero para poder seguir el resto del año siendo Clau. Es raro. Me siento desubicada. Llevo pendientes y un pañuelo en la cabeza, sonrío a gente que desprecio y digo que sí a cosas que no quiero. Vivo en una cabaña de madera frente a las montañas de Cantabria.

Comparto mis días con una persona que se llama Rozío. Nos escuchamos, nos contamos, nos hacemos de colchón y de columna la una a la otra. Me toca canciones con la guitarra por las noches cuando volvemos destrozadas de servir y limpiar. Mientras toca, su voz y su gesto adquieren otra expresión. De dureza, de dolor, pero también de serenidad. Y yo la observo en silencio desde la cama y es cuando más ganas siento de acariciarla. Me siento bien con ella. Me gustan sus besos, me gustan las caricias furtivas que nos damos cuando nadie mira. Me gusta, me gusta ella. La quiero así, en mi camino, en mi vida. Me gusta que ella sea ella y que yo sea yo. Es extraño. Mi escritura se ha vuelto simple, concisa. Quizás mi pensamiento también está ahora así.

Mi pensamiento. Mi pensamiento-imagen que más que nunca, nunca estaba donde yo estaba y siempre estaba en otro sitio, lejos, allí. Mi pensamiento-emoción que me ha hecho tanto daño, que me ha consumido, del que me he sentido presa y del que aún no sé si he logrado salir. Mi pensamiento. Ella. Ella que ha desaparecido, que me ha rechazado, que de pronto es como si estuviera muerta para mí. (Con lo mal que llevo yo la muerte). Ella que se me ha metido dentro y que no la puedo sacar. Quizás la estrategia está en aceptar que soy humanx y que “estas cosas” son así. Aceptar que me ha hecho mierda. La estrategia. El seguir operando en estrategias, como si ésta fuera una partida de ajedrez, seguir esquivando el jaque moviendo todas las fichas habiendo visto el mate tan inminente y tratando por todos los medios escapar de él. Ella. La estrategia. La partida que se me fue de las manos. Donde yo tenía las negras y donde a la tercera jugada la derrota ya estaba asegurada. La falta de perspectiva. La falta de defensa. El haberme dejado sentir. Y ahora, me sorprendo aún, en esos ratos, con que ella sigue aquí metida, y yo sigo esperando algo, sin entender nada, por qué ella, por qué esta mierda, por qué a mí. El tiempo que pasa. Todo se difumina. Fin.

A veces pienso que cualquier día voy a hacer una canción de rap.

Hola. Buenos días. Buenas tardes. Buenas noches. No me llamo nena, me llamo Claudia. Y a ti qué te importa cuántos años tengo. Y a ti qué te importa que de dónde soy. No voy a preguntarte por tu día, por tu trabajo, por tu casa, por tu mujer. Estoy aquí para servir copas, no para que me cuentes tu vida. No te quiero escuchar, dime qué quieres beber. No me llamo guapa, me llamo Claudia. Qué te importa si soy mora. No me sueltes tu tontería sobre los velos, racista de mierda. Qué te importa, a ver. A ti qué te importa lo que haré esta noche. Ni esta noche ni ninguna me vas a ver. Qué te importa si tengo novio. No quiero que me busques novio, no quiero que seas mi novio, deja de decir que te has enamorado de mí. Con naranja o con limón el tercer cubata que te vas a beber. Me llamo Claudia, no morena. Con un chorrito de anís. Qué te importa si tengo un piercing en el ombligo, no me mires las tetas, ésta es la última que te sirvo. No me llamo chiqui, me llamo Claudia, ése es mi nombre, me llamo Claudia, no me conoces, no te gustaría conocerme, me duele ser sumisa por 3,80 euros la hora, me duele cómo me tratas, me da asco tu mirada y odio ser esta agradable chica bonita detrás de la barra que ves ahora frente a ti.

Hoy Rozío ha recogido hipérico de la orilla del Ebro.


Puta.

Rasurándome las axilas en el baño me siento como representando una escena oncológica. Me miro al espejo y veo esa calva bajo mi brazo, y se me aparece esa mujer de cualquier películamoralistademierda perdiendo el pelo y sintiéndose derrotada.

Probando cintas de pelo y pañuelos que me hagan parecer más femeninx. Suspiro. Metiéndome dentro de ropa tan incómoda y ajena. El espejo ahora me devuelve la figura de una chica. Aún peor, de una chica mona. Me angustia. Y me angustia que me angustie. Porque tampoco sé cómo ni a quién explicarlo. Es como una sesión de travestismo, pero cutre, forzosa, opresiva. Violenta. Y sin lentejuelas.

Estudiando tipos de cafés y cubatas en el google y apuntándolos en un trozo de papel. Todo resulta como un chiste muy malo. Mientras, intentando dialogar con mi estómago para que aguante y no vomitar mientras cocino carne.

Debería sentirme contentx, con los tiempos que corren, encontrar un trabajo decente de verano...

Aunque mi plan de verano era aprender a tocar la batería, y ver a amigxs, y formar un grupo de punk.

Así que, de nuevo, me quejo. Así es el pesimismo crónico, así es, sin más, ni menos.
El pesimismo de sentirme una puta tan mal avenida.



Perra Vieja - Cuarto Grado

Lesiones incompatibles con la vida / insomnio.

Una parte de mi neurosis consiste en rebuscar y encontrar en el insomnio las palabras precisas de las buenas noches. Creo que una forma torpe y algo-quizás-un pelín desesperada de poner distancia entre el mí de ayer y el mí de ahora. Una forma de alejarme del agujero que atrapa. Y disfruto del insomnio. Lo disfruto.  Construyo en palabras, las creo, las doy contenido y forma. Pero si cualquier día no resulta, si el relámpago va hacia otro lado y en la cabeza no funciona, busco las que otrxs han dejado para mi extraño placer. Entonces, las escojo, las exprimo y las retengo, como haces con lo que quieres que para siempre te acompañe. Cada cual me produce un tipo de sensación. Hoy he encontrado algo con lo que lo primero que he pensado es que leyéndolo en alto me masturbaría. Hoy, Angélica Liddell me da las buenas noches. Buenas noches las que tú tienes, nena.



A los hijos que no voy a tener.

No quiero tener hijos. 
No quiero ir más lejos.
Soy una epidemia de resentimiento.
No quiero tener hijos.
Es mi manera de protestar. Mi cuerpo es mi protesta. 
Mi cuerpo renuncia a la fertilidad. 
Mi cuerpo es mi protesta contra la sociedad, contra la injusticia, contra el linchamiento, contra la guerra.
Mi cuerpo es la crítica y el compromiso con el dolor humano.
Quiero que mi cuerpo sea estéril como mi sufrimiento.
Mi cuerpo es mi protesta.
Mi cuerpo es mi pesimismo. Gracias al pesimismo puedo hacerme preguntas. Alguien debe quedar en mitad de los hombres haciéndose preguntas, alguien debe quedar en mitad de la esperanza haciéndose preguntas. Alguien debe quedar como un idiota. Alguien debe quedar como excremento, alguien debe fracasar definitivamente. La ausencia de hijos me ayuda a ser excremento y a fracasar. Los adultos saltan por encima de mi vientre liso agitando a sus hijos como banderas, como si el mal hubiera desaparecido del mundo, los exhiben como si la inteligencia hubiera triunfado por fin sobre el mundo, como si fueran insignias de un futuro mejor. No confío en un futuro mejor. Las familias se comportan con soberbia, pensando que su prole va a ser distinta, que sus hijos nunca van a traicionar como nosotros hemos sido traicionados, que sus hijos nunca van a dañar y a ser dañados, que los reveses de la vida sin duda van a ser menores y que sus hijos jamás van a ser culpables de nada.
Mi cuerpo es mi protesta contra las grandes esperanzas de los padres, contra las grandes pretensiones de los padres.
No quiero pasar por ese estado de necedad transitoria.
No quiero que mi resentimiento se interrumpa.
No quiero dejar de pensar en la injusticia.
No sería justo para los excluidos que dejara de pensar en la injusticia, que dejara de condenar a los privilegiados.
Sin embargo no he conocido a ningún niño que se convirtiera en un buen adulto. Los niños no se convierten en buenos adultos. Yo no soy un buen adulto. La bondad no existe. Soy mala, muy mala.
Tal vez esa es la razón por la que no quiero ser madre.
Tal vez a las mujeres malas nos sucede eso, no queremos ser madres.
Las mujeres malas, sin instinto maternal, pagamos el tributo de morir solas, podridas, sin alegría, frente al televisor, frente al espanto, secas, rodeadas de moscas de diferentes tamaños.
A las mujeres malas solo nos puede suceder la muerte.
Me parece bien.
Fui niña. Pero no me he convertido en una buena adulta.
El papel del hombre en el mundo es absurdo. Vagamos de tara en tara.
Cuando imagino mi propio parto solo puedo ver asomando entre mis piernas la cabeza grotesca de un monstruo, ya fatigado por la inmundicia del universo, por lo inefable, por la mezquindad.
Mi cuerpo es mi protesta.
No quiero aportar nada al mundo, salvo mi profundo horror por el mundo. Después de los desastres del siglo XX no puedo sentir más que horror. Después de semejante exhibición del mal, el hombre ya no puede redimirse. ¿Quién puede volver a amar a los hombres? ¿Quién puede volver a cantar en honor a los hombres? Alguien dijo que después de los horrores del siglo XX no se podía seguir escribiendo. La palabra se había vuelto absurda, insuficiente. Los hijos son como la palabra, insuficientes. Sería bueno para mi mente aceptar la insuficiencia de la palabra y del hombre. Pero hay algún cocodrilo dentro de mí que me impide aceptarlo. Cada vez soporto menos la injusticia, cada vez soporto menos la maldad. El mundo está basado en la injusticia y en el mal.
Sólo se me ocurre protestar.
Mi cuerpo es mi protesta.
Quiero morirme sola, sin dejar nada atrás. Es mi manera de unirme a los que fueron exterminados, a los que sufrieron sin límite.
No quiero esperanza. 
Mi cuerpo es mi protesta.
Mi cuerpo es un ejemplo para suicidas, un ejemplo para asesinos, un ejemplo para todos aquellos que se desprecian a sí mismos.
Mi maldito cuerpo.
Mi decisión anormal.
Llega un momento en que la sociedad se excita, se impacienta y procrea, procrea porque sí, procrea. ¿Qué motivos tienen?
Me pregunto, ¿qué motivos tienen?
Pero mi decisión es anormal.
Perdón por la violencia.
Mi violencia verbal es mi lucha contra la violencia real.
Mi cuerpo es mi protesta.
Mi protesta contra los vestidos premamá.
Mi cuerpo, voluntariamente estéril, es mi inconformismo.
Mi cuerpo es mi falta de adaptación.
Las grandes esperanzas de mis padres destruyeron mis propias esperanzas.
Mi cuerpo es mi protesta contra las grandes esperanzas de mis padres, contra las grandes y estúpidas esperanzas del mundo.
Mi cuerpo es mi protesta.
Mi cuerpo es mi acción.
Mi decisión anormal es mi acción.
En definitiva, mi vida es mi acción.
Sólo quiero ser hija.
Conmigo termina la tiranía de la sangre.
No quiero formar una familia.
Nunca me fiaría de una institución que es fomentada, ensalzada, vitoreada, incluso premiada por el poder. No me fío de todos esos gobernantes que se fotografían con sus familias. 
La foto de familia siempre está sobre la mesa de los presidentes, en marco de plata, el marco es carísimo, la familia se merece el marco más caro, el presidente se merece la familia más hermosa, más sonriente, más feliz y más cara.
La familia es lo más importante. La familia es lo más importante. Sin familia nadie alcanza el poder. El poder y la familia, siempre unidos. Me repugna. 
Las fotos de familia me recuerdan los espeluznantes dibujitos paradisiacos que los predicadores te muestran mientras te escupen oraciones en la oreja.
La familia y el poder.
La familia y la religión.
No puedo fiarme de algo que es impuesto desde el poder. No puedo fiarme de algo que es impuesto desde la religión.
Sólo por ese motivo deberíamos negarnos a tener hijos.
Céline dice: “Cuando a los grandes de la tierra os da por amaros es que van a convertiros en carne de cañón. Por el afecto empiezan. Los encumbrados solo pueden pensar en el pueblo por interés o por sadismo”
Estoy de acuerdo.
También dice : “¡Qué vivan los locos y los cobardes!
También estoy de acuerdo.
No me siento capaz de complacer a los poderosos, a los privilegiados. Si les complazco estoy alimentando la obesidad y el conformismo de una sociedad idiota, adocenada.
Es necesario que alguien no tenga hijos. Es necesario para desestabilizar las conciencias. Es una forma de hacer justicia.
Mi cuerpo es mi protesta.
Es mi forma de hacer justicia.
Mi cuerpo es mi protesta.
No quiero tener hijos.
Quiero ser pobre.
No tener hijos es una manera de ser pobre.
Los pobres son esa gente cuya muerte no le interesa a nadie.
Esa es la muerte que yo deseo.
No quiero tener hijos.
Es una forma de ser un poco más pobre.
A veces pienso que no depende de mí.
Estoy poseída por una rabia inidentificable que me obliga a enfangarme continuamente en el dolor.
¿De dónde procede esa rabia?
¿A quién pertenece la voluntad del enfermo?
Mi cuerpo es mi protesta.
Mi cuerpo es mi protesta contra mi generación.
El fraude de mi generación.
Han creado una sociedad clasista, engreída, ambiciosa y brillante.
Con el sudor de sus frentes, brillante.
Con el sudor de sus frentes, ambiciosa.
Con el sudor de sus frentes, engreída.
Con el sudor de sus frentes, clasista.
Sólo buscan la comodidad.
Imitan a los pequeños ricos.
Ellos dicen lo contrario, son muy progresistas, pero se comportan como cualquier tipo de clase media.
Codiciosos, complacientes, comodones, regalados.
Sí, se reproducen en la comodidad.
Y eso embota sus mentes.
Sus cabezas están rellenas de comodidad.
Ellos piensan que sus conciencias son correctas, pero no lo son. En el fondo su corrección es un tópico que les permite vivir sin sentimiento alguno de culpa.
Mi cuerpo es mi protesta.
Soy una estúpida.
Soy la que está equivocada por querer sentirme perdedora y ridículamente heroica. Me acuso de petulancia. Soy petulante por ir en contra del mundo. Aunque tal vez solo formo parte de su inercia. No me gusta pensar así pero la rabia me obliga.
Una pobre resentida con aspiraciones artísticas. Esa soy yo.
No quiero salvarme.
Soy la peor. La peor.
Protesto con mi cuerpo.
Soy una basura de color rosa.
La inmundicia de mi carne vuelve escrupuloso a todo aquel que se acerca.
Estoy consumida por la verdad.
La guerra me envejece.
Observo mi existencia, como si mi existencia fuera la de una mosca.
Pertenezco a la fauna cadavérica.
¿En qué momento de la descomposición aparezco?
¿Cuántos días lleva muerto el cadáver?
Mi cuerpo es la protesta por los cadáveres inocentes.
No quiero tener hijos.
No quiero más funerales.
¿Quién es el responsable de las ganas de morir de una mujer?
La injusticia mete espadas en la cama de la suicida.
Aunque se me ha parado el corazón la sangre sigue fluyendo por mi cuerpo para seguir protestando.
Mi cuerpo es mi protesta.
Mi cuerpo es mi acción.
Mi cuerpo es mi obra de arte.
Mi decisión es mi obra de arte.
No tener hijos es mi obra de arte.
Mi vida es mi obra de arte.
No haciendo hijos hago arte.
El olor a café mezclado con el olor a pescado me hace vomitar.
Relaciono ese olor con la maternidad.
Y al mismo tiempo lo relaciono con la muerte.
Y pienso: en la familia todo ocurre en lo oscuro.
No soportaría un gramo de hipocresía más.
Porque en la familia amamos pero también estamos obligados a amar. 
Esto último origina relaciones tenebrosas, desquiciadas, que desembocan en camuflajes dolorosos. 
En la familia todo ocurre en la oscuridad.
Mi cuerpo es mi protesta.
Protesto contra la ausencia de pasiones.
Protesto contra la tibieza y la cordura.
Protesto contra el uso del dinero.
Las familias, recién estrenadas, trabajan para pagar neveras más grandes, coches más grandes, vacaciones más caras pero más insulsas.
Las familias trabajan para no perder ni un gramo de prestigio social.
Las familias trabajan para no perder ni un gramo de seguridad.
Protesto contra el prestigio social y protesto contra la seguridad.
Aquí está mi cuerpo protestando, sin hijos.
Las familias trabajan duro para parecerse a los ricos.
Aspiran al bienestar total.
En nombre de sus hijos aspiran al bienestar total, es decir, a lo superfluo. Han perdido el sentido del bienestar.
Mi cuerpo protesta contra el bienestar
Las familias trabajan duro.
Aspiran a la calma total.
Protesto contra la calma.
Mi cuerpo protesta contra la calma.
El bienestar, la seguridad, la calma.
Todo ello les alisa.
Nada de pasiones. Nada de excesos.
Trabajan para pagar el gimnasio.
Para pagar la guardería mientras trabajan
Mientras trabajan para pagar la guardería y su eterno descanso.
Y su eterno sacrificio.
No puedo identificarme con ellos.
No puedo identificarme con un plan de pensiones.
No.
Mi vida es patética y adolescente.
Mi protesta es patética y adolescente.
Soy una mierda.
Pero no quiero ser como ellos.
Me da igual. No hay marcha atrás.
Mi generación avanza hacia la estabilidad, hacia el plan de pensiones, hacia el restaurante caro, hacia el carrito lleno de la compra, avanza hacia un consumo sin límite.
Detrás de sus carteras son una masa blanda y sin forma.
Yo no sé hacia dónde avanzo.
En cualquier caso no tener hijos me da fuerza.
Mi decisión me da fuerza.
Mi generación avanza tanto que no les da tiempo a pensar.
Utilizan cuatro tópicos para pensar y se van a la cama. Tan seguros, tan estables.
Mi cuerpo protesta contra la estabilidad.
Aquí hay demasiados funcionarios.
Protesto contra los funcionarios.
Y los funcionarios protestan porque el sueldo no les llega para pagar un coche más caro, un queso más caro, un restaurante más caro, unos calzoncillos más caros, una mierda más cara. Protestan para cambiar los azulejos de las paredes del cuarto de baño. Por eso protestan, porque necesitan llenar el carro de la compra hasta lo insoportable.
Mi cuerpo es mi protesta contra los funcionarios.
La economía determina las relaciones afectivas.
La economía determina mis acciones.
Mi cuerpo es mi acción.
No me da miedo la pobreza.
Mi economía determina mi protesta.
Imposible la relación con aquellos que jamás han tenido en su vida conciencia de ruina y de pobreza.
Imposible.
La falta de conciencia de ruina y de pobreza me defrauda enormemente. Por eso protesto. Mi cuerpo es mi protesta.
La pobreza es tan indeseable como la medianía.
La rabia me hace delirar.
¿Qué hacer para evitar esta rabia, aquí dentro?
Sólo protesto.
Mi cuerpo es mi protesta.
Mi cuerpo es mi acción
Mi vida es mi acción
No quiero tener hijos.
¿Por qué?
Tal vez por la rabia, esta rabia, aquí dentro.
Siempre está a punto de empezar una guerra.
El mundo es maravilloso.