Se nos gastó la víctima de tanto usarla.

Saber Vivir I



Ayer me robé la antología de Gloria Fuertes, la señora de aquella voz que me contaba cuentos durante toda mi infancia desde el vinilo de mi habitación, que recuerdo tan oscura. Si las etapas de la vida se definieran por los libros que unx no suelta (hay quien las define por las parejas, yo qué sé), esta bollera feminista tan loca y maravillosa que se me reaparece, sería pues esta nueva etapa.

Mi Alejandra, yo lo siento Pizarnik, porque no te quiero más, ahora. Te dediqué tantas poesías... y fue un día que desperté y ya no me decías nada.


Hoy necesito locas que se rían del mundo y de sí. Locas que sobreviven a este sistema asesino. Pero sobretodo, que se sobreviven a ellas mismas.