Juntxs.




Lo importante siempre será que lo hicimos juntxs.


Miro este desierto asfáltico
que se vació de mercancía y que dejó al descubierto
este paisaje que es el que más temo.
Yo, cada vez que tengo miedo
te confieso:
pienso en que lo más valioso, fue contigo.


Lo importante siempre será que lo hicimos juntxs.


Nos hemos equivocado tanto
nos hemos reabierto el dolor y nos hemos enfadado
hemos desconfiado, nos hemos mirado altivas
con recelo, con envidia, supongo que
incluso a veces nos hemos dejado de querer a ratos.
Hemos sido torpes, pero creo


que lo importante siempre será, que eso
que hemos creado, caminando
eso, lo hicimos juntas.


Nunca fue tanto la política.
Nunca fue tanto la okupa.
Nunca fue tanto tampoco el sexo, el proyecto, ni siquiera el tiempo invertido.
He de reconocer que muchos de esos motivos, creo
que nos los íbamos inventando.


Ahora.


El desierto asfáltico
la falta de mercancía dejando paso a la falta de vida
en todo aquello que vamos haciendo tan y tan compulsivo.
Tan fuera de nuestro ritmo, tan por encima de nuestro tiempo.
Tan separado del sentido del corazón que trajimos latiendo.

Ahora que todo está parado, tú me preguntas
¨¿Y adónde es que iba yo siempre tan rápido?”


Quiero estar aquí contigo y no te voy a soltar la mano.

Lo importante ha sido
y será ahora y siempre
que el camino,
este camino a veces absurdo, desviado y torcido


¿ese?


joder, hermanx

ese, lo hicimos juntas.









Encuentro en el espejo
una breve certeza entre un momento extraño y el siguiente que viene.
También extraño.


Y es que.
Yo me voy acabando.

Se acaba el discurso
se acaban la estrategia
se acaba el positivismo
se acaba el drama
se acaba el día y también
también se acaba lo que pensaba
se acaba, vaya, lo que se daba

soy yo
quien se acaba

me voy acabando y es como un cuaderno muy escrito
me voy acabando como el último capítulo de algo, que se acaba
me acabo como el callejón al final del todo, como
las ilusiones, las canciones, me acabo también como las vacaciones y como la pandemia

(si es que se acaba)

me voy acabando con una seguridad espasmosa de acabarme y
no sé qué viene detrás, de este punto, no sé si viene el aparte, o no sé si vienen otros dos puntos más tarde

no distingo en este punto
si encuentro un suspensivo o
un cierto final

me acabo y me quedo tan vacío y tan lleno como todo
como algo
que fue en todo lo que pudo y que hizo todo lo que encontró a mano

me veo en ese algo
algo que desde el principio
desde que empezó a ser ya
lo sabía y ya
se
estaba
acabando.

Hay cierta ligereza en lo liviano.
Me alivia encontrar algo cierto.
Aunque.
Al igual que estas líneas escupidas, que ni vienen ni van.
Lo cierto es que también
lo que yo llamo cierto,
también eso:
se va a acabar.


Ojalá.



Ojalá un día responder con poesía

a tu pregunta absurda, a esa breve duda que asomas, al pretendido inocente juicio cargado de odio antiguo que arrojas


al inevitable precipicio que nos separa en ese preciso instante

en que tú vas y abres la boca y hablas.



Ojalá un día. Me digo, me deseo, me pienso para adentro.

Ojalá un día, responder con poesía


con poesía que no te siga en tu estructura lineal de ordenar las cosas

a tu falta de respeto por las vidas que no son esa concreta tuya tan reconocida

porque

lo que es a mí, de momento el cuerpo

sólo me aguanta para quedarme quieto, para hacerte el silencio, tomar mío el silencio, ir y volver del silencio y hacer de ese incómodo silencio abierto efectivamente algo propio que me saque de tanto sitio ajeno



a mí, que de momento el cuerpo

me da para zanjar el asunto y nuestro encuentro,

dar el justo y necesario cierre de gesto y verbo.




Ojalá un día, entonces, os decía, que sea elegante poesía

lo que encuentres de regreso

de tu básica misoginia

mezclada con transfobia a fuego lento.



Ojalá tenga en la punta de mi lengua una poesía que a la vez que te calle te defina.

Hoy, mira, no la tengo.

Te contesto tajante y me voy con lo puesto

en este caso con la rabia conocida, la frustración conocida, y un poco una desesperación con la que ya nos conocemos.



Me voy un poco rendidx y un poco triunfante

al menos

porque al menos te has callado

y pienso que quizás en un rato te dé por avergonzarte



o no, quizás no, quién sabe,

no estaremos para verlo, porque yo y mi poesía nos vamos a otra parte

a dedicarla donde sí sirve y adonde pueda contestarse

desde otros corazones más llenos que ese con el que me he topado

un día más en una mala tarde.




Me deseo y nos deseo.

Ojalá un día, responder con poesía.


Con poesía, de esta, sí, pero en directo.




Niñxs.




Yo tengo aquí dentro una niña
que no pudo acabar de ser niña
porque no le pudieron dejar ser
ese niño que era.

Yo tengo una niña que, siéndolo,
no pudo serlo.
Yo tengo un niño que sin serlo, ya lo era.


Yo creo que tengo dos partes
y que les tuve a cachos
y que las voy teniendo enteras
yo creo que esa infancia mía
me la viví en dos veces,
una, la aparente, y otra, la secreta.


Si me entrego a la memoria
o a lo que de ella ahora queda
no acojo unx, acojo a dos
niñxs que miran, que me miran,
y que no se miran entre ellxs

si me entrego veo
dos niñxs que no juegan, que no ríen,
que sólo callan
que miran, que buscan, y buscan,
y observan


si me entrego lo que veo
son dos niñxs de mirada
abierta y atenta.


Aún a día de hoy están presentes
piensan y sienten, reclaman y esperan


aún a día de hoy me acompañan
a descubrir este mundo
me traen en sus manos sus miedos
profundos,
traen a mis brazos sus pasiones,
sus sueños, sus carencias


Mira.
Que lo he pensado mucho y que creo
que yo no resguardo una niña,
que en mi cuerpo
son dos lxs que se mecen y hablan
se diría, que es el doble de trabajo
y sin embargo, darles el espacio
es de lo que a mí más me llena


es esa mirada abierta
la que me acompaña
de esxs dos niñxs
que aún hoy
miran, que buscan, y buscan,
y observan...




Hueso.









Estamos llegando al hueso.



Tengo cuatro palabras 
entre estas cuatro paredes
apretando entre los dientes 
que me hablan y te hablan 
de aquello que,
si miro alrededor, veo 




Estamos llegando al hueso.



“Cada unx cuida sus fantasmas”


cada animal en esta jaula 
ha captado la amenaza 
y asustado, recula y acecha 
en el trozo de celda 
precario o privilegiado
que le toca, que le considera 
defender



Estamos llegando al hueso.




Del asunto, del progreso, 
de nuestras vidas, 
y de lo que no tocábamos 
por puro duro que es. 




Es el hueso. El hueso.
Estamos
llegando 
al hueso.



Recuerdo mi libertad como un recuerdo.
Recuerdo el afecto directo 
como un recuerdo. 
Me recuerdo a mí mismx haciendo 
un poco lo que podía 
a lo que logré llamar vida 
ese “ir haciendo” como un modo
de poder dejar el mundo un poco mejor 
de lo que lo había encontrado 
cuando llegué.


Ya no.
No hay muchoquehacer.



Parar. Para.


Escucha a tus ancestrxs.
Traspasa la primera capa de piel.
Escucha el silencio.
Escucha a lxs muertxs en él.




Siente el qué.
Siente esto.



Que te repito. 
Te repito que
estamos 
llegando al hueso.




1/4/20

Sin título.








El Estado decreta:
distancia.
Control.
Alerta.



En el silencio se aparece:
claro, lo silenciado.



Me enfado, me revelo, me resisto.
Al final: claro, cedo.



Y en la cesión
en la calma rendida aparece, aparezco
ni más ni menos: yo.



Sin futuro:
claro, no hay mucho, no hay nada "que hacer"



y cuando no hay eso, emerge
claro, tanto pasado,
motivos en los que aquí me encuentro.



Fantasmas.
Bienvenidos.
Bien.
Está bien.
.


En la calma aparezco
yo



claro: aparece este sistema enfermo


desvelado en este frenazo 
tan inoportuno
como necesario



no hay mucho más que el aquí y ahora
no hay mucho más que
coger aire, y quedarse quietx
la enfermedad y la muerte
las ponemos allá afuera, 
y las amenazas ocupan las manos, 
las ropas, los cuerpos de la gente



en este instante



aparecen héroes, heroínas, aparecen 
resistencias colectivas, 
aparecen policías, aparecen soldados
aparecen a la vista nuestras otras enfermedades 
que no eran esta misma
aparecen las que ya estaban de antes



(¿Dónde escondíamos, 
dónde es que metíamos todo este miedo 
que ahora se nos sale?)



y no podemos hacer mucha otra cosa que parar 
preguntarnos
y en el aire hoy, no sólo hay virus, hay
hoy tantas y tantas preguntas en el aire...



gratitud profunda cuando te escucho
y me confiesas 
con miedo y con vergüenza 
las tuyas propias



lanzo el deseo
de que nos brindemos
compañerxs



el pequeño gesto de quietud
tan doloroso impasse, que brindemos 
por este convocado silencio



está siendo tan compartido
este aislamiento



nunca nos sentí tan unidxs
alrededor de una soledad tan cruda y cierta



nos trae al insconsciente de una guerra 
nos reporta el recuerdo orgánico situado 
de tantas historias que, igual que este silencio
quedaron silenciadas
en nuestras abuelas



toca escuchar sus voces



y toca mirarle a los ojos
y mirarme a mí dentro de él.



En la calma aparezco
yo.



Y no tendría que ser de ninguna otra manera.



No hay mucho que decir
para que esto que digo
se entienda.



Se acabaron
por un rato 
las redundancias
los rodeos la palabrarería y las excusas
entre nosotras.



Es 
sencillo.



A veces yo alucino
y, no sé vosotras, pero a mí me da por creer que, 
muy en el fondo 
nunca he estado solo
en esto.



Veremos, cómo avanzan tantos adentros lentos.



Está sucediendo


está
bien.