Encuentro en el espejo
una breve certeza entre un momento extraño y el siguiente que viene.
También extraño.


Y es que.
Yo me voy acabando.

Se acaba el discurso
se acaban la estrategia
se acaba el positivismo
se acaba el drama
se acaba el día y también
también se acaba lo que pensaba
se acaba, vaya, lo que se daba

soy yo
quien se acaba

me voy acabando y es como un cuaderno muy escrito
me voy acabando como el último capítulo de algo, que se acaba
me acabo como el callejón al final del todo, como
las ilusiones, las canciones, me acabo también como las vacaciones y como la pandemia

(si es que se acaba)

me voy acabando con una seguridad espasmosa de acabarme y
no sé qué viene detrás, de este punto, no sé si viene el aparte, o no sé si vienen otros dos puntos más tarde

no distingo en este punto
si encuentro un suspensivo o
un cierto final

me acabo y me quedo tan vacío y tan lleno como todo
como algo
que fue en todo lo que pudo y que hizo todo lo que encontró a mano

me veo en ese algo
algo que desde el principio
desde que empezó a ser ya
lo sabía y ya
se
estaba
acabando.

Hay cierta ligereza en lo liviano.
Me alivia encontrar algo cierto.
Aunque.
Al igual que estas líneas escupidas, que ni vienen ni van.
Lo cierto es que también
lo que yo llamo cierto,
también eso:
se va a acabar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario