Está ahí, siempre. Es mi Siempre. Es.
Es el monstruo que me mira a través.
A través del espejo, a través del recuerdo
a través de la piel.
Es un objeto. Pero no es ajeno. Está dentro.
¿Cómo decirlo?
Es un plástico interno.
Una prótesis que me formó.
¿Cómo decirlo?
Que no logro separar entre mi cuerpo y él.
En cada "no me toques".
Cada "no me sostengo".
Cada vez que necesito de la ropa.
Cada "no" que no nace de mí, que sale de otro lugar que no es yo.
Cómo decirlo.
Porque no puede decirse.
Él es mi coraza. Es tangible e intangible.
Es.
http://ladyfestmadrid.wordpress.com/2013/06/16/cuerpos-aberrantes-gordas-defectuosas-cancerosas-anormales/
Todo lo que no definamos nosotrxs mismxs lo utilizará el Poder contra nosotrxs.
ResponderEliminarDefinir. Palpar y conocer cómo se concreta la coraza. Quitarle el velo de la omnipresencia y definirla en base a los mecanismos concretos en los que opera, que son, que es.
Con eso sí podemos trabajar, reconstruir la arquitectura de nuestro cuerpo, la tangible y la intangible. Construir los muros donde nos sirven a nosotrxs, y no donde le sirven al Poder.
Nadie dice "no habrá dolor, no habrá angustia", y quien lo diga es unx malditx bastardx predicadorx que no saldrá indemne. Pero el dolor será el dolor de estar construyendo las alas, de estar reconstruyendo los cuerpos -siempre relacionales, luego las reconstrucciones siempre tendrán una parte de hacerse en colectivo, unxs a otrxs, unxs con otrxs-.
[el dolor nos hace mirar partes de nosotrxs que de otra manera no damos presencia]