El camino de vuelta.


(Prefacio)

Caminaba enloquecido por la ciudad que no descansa.
Antes que esta, hubo otras muchas ciudades más.
El problema nunca fue beber. El problema era la bestia
que lo perseguía por detrás.

Beber ahogaba y no ayudaba en la escapada.
La bestia ganaba, así, su propio juego.

Aunque corras siempre acaba siendo domingo o lunes
siempre vuelve el otoño el invierno
tu cumpleaños, el 31 de Diciembre

empapadx bajo la lluvia fría del miedo
nunca se consigue llegar demasiado lejos.

Correr, y correr, y correr.
Hasta caer, y llorar, y echar de nuevo a correr.


                                 . . . .

(El camino)

Sólo intento llegar a mi casa.
No tengo que responder a tus preguntas.
No voy a suavizar mis opiniones para evitar que tengas una opinión crítica sobre ti mismx.
Mi vida no es "valiente". Y es mía, no tuya.
No quiero ser cortés ni sentirme agradecidx por tu atención.
No quiero sonreir.
Que te jodan a ti y a tus buenas intenciones.
Estoy enfadadx.
Que te jodan.
Sólo quiero llegar a casa.


                                 . . . .


(La familia)

He tenido muchas familias.
Os reconozco y me reconozco
en ese cálido abrazo de domingo
del dejarse caer
del poder estar. Ser.

Fuisteis familia antes de saber nombraros.

Vuestro amor queer, raro, desviado
curó la brecha de mi propio desvío
al menos, sus estragos más amargos

acariciasteis mis vacíos

ayudasteis a convertir mi oscura soledad
en perla de ostra
a la que valorar, respetar, cuidar, proteger

y así comprendí, en un mundo que no comprendía
y así comprendí, partes de mí que, en realidad, jamás voy a comprender

Hacernos justicia es
desnuclearizarnos, y desromantizaros

que familia nunca habrá una
(y menos mal)

sois tantas con las que fui feliz
las que me habéis sostenido con vida
tan importantes,
tan permanentes y fugaces
que vuestros rostros y nombres todos juntos me abruman
y alientan

el rumbo

de lo y lxs
que vendrán

lo y lxs que, entre la nostalgia y la plenitud,
aún
están aún por venir.

(...)

Ven conmigo.
Volvamos a casa.


                                 . . . .





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