Una primavera trans*.


Inspirado

por las compas de la Primavera Gorda






Porque a día de hoy,
mucho más que la idea de visibilidad,
a mí, lo que me inspira es la imagen
de una Primavera Trans*.


¿Cómo sería una primavera trans*?
¿Cuáles son nuestras raíces?
¿De qué colores son nuestras flores?


¿Hasta dónde se bifurcan
las ramas de nuestro lugar legítimo
y de nuestro poder ancestral?


¿Y las ramas del deseo,
hasta dónde llegan?


Nos (y me) veo como ese gran árbol
que no sólo resiste a pesar de.
Sino que existe, en sí mismo, joder.


Y que florece si no se le tala.
Y vaya que si florece.


Hoy, como casi siempre,
en este día internacional
más que influencer yo me levanté poeta.


Y es por eso que dejo
que me atraviesen
cientos de preguntas abiertas.


¿De cuántas historias
nos habla tu propia historia?


¿Hasta dónde llega tu deseo, hermanx?


¿Cómo es que no te atreves
aún a expresarlo?

¿Eres consciente de cuánto mereces?
¿De todo lo que aportas?


Visualizo una primavera trans*
una llena de amor propio.


Que no pida permiso
a las tiendas de ropa
al psiquiatra
al encargado del turno
ni al ginecólogo.


Visualizo nuestra primavera trans*
de desbordante
revolucionario
e inclasificable
amor propio.


Para ser visibles afuera, primero
hace falta que nos veamos adentro
en la grandeza que hemos venido
a ofrecer.


No pedir permiso.


Mirarse, tocarse,
respetare por ser quien se es
quererse
y sobretodo
quererse junto a lxs tuyxs.


Feliz visibilidad y feliz primavera
hermanx.



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