Escrito en el 20 de noviembre.



Hoy. Día internacional de la memoria trans.


Leo las palabras “memoria” y “trans” encontradas en el mismo golpe expresivo, y, eso me sucede: que me golpea algo.


¿Cuál es el golpe? Me digo.


El golpe es que, si algo nos arrebatan, es memoria.


El golpe es que no estamos. Nos han eliminado, es que nos seguís eliminando.


El golpe es que no estuvimos en los campos de la Alemania nazi, no estuvimos en los gulags, no estuvimos en las filas de fusiladxs ni estamos en los hoyos que aún nadie abre y reclama. No estamos en cada guerra fría. No estamos en las civilizaciones arrasadas por lxs blancxs.


Ése es el golpe.


No estamos. No estamos en vuestras historias cisheteros rancias, no estamos en vuestros relatos, en vuestras poesías, no estamos en vuestras películas más que para haceros llorar y no estamos en vuestras fantasías más que para haceros correros.


No existimos. No existimos en vuestras cenas de nochevieja. En vuestras bodas, vuestras reuniones de empresa, vuestras presentaciones sociales. No existimos en los vestuarios, los baños, los probadores, los cambiadores, las leyes, las teorías, los bailes, las salas de espera, la camilla médica, la mesa de lx psicóloga, la receta farmacéutica.


Ése es el golpe.


El golpe es cuando a veces no tenemos nada que recordar, porque nos estáis olvidando. Nos obligáis a olvidarnos. Nos borráis y se nos olvida que lo estáis haciendo. Porque aunque no estamos, seguimos entre vosotrxs y seguimos viviendo, nuestras vidas lo más tranquilas que logramos conseguir tener al final. Y eso, lograr eso, ya es una gran, gran victoria, creedlo.


Transitar es un proceso personal que requiere, de por sí, luchar día a día por una memoria. Por no olvidar, porque no quiero olvidar mi nombre, mi pasado.


No quiero olvidar cómo me llamaban cuando me gritaban a lo lejos, la ropa que me compraron y que tanta ilusión me hacía cuando llegaron las rebajas. No quiero olvidar el corte de pelo al que me acostumbraron, los códigos a los que me acostumbraron, no quiero jamás olvidar quién me dijeron que yo era.


Porque soy yo, fui yo, seguiré siendo tan irremediablemente yo hasta el día que me muera.


Y ese día que suceda solo pido que no me borren de la memoria. De que esto fue así, de que la vida también fue así, que puede ser así y que lo será para siempre mientras quede quien resista a este golpe.


“Memoria” trans. Aquí queda hecha a mi manera.




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