Descuerpos.

El mercado me ofrece cientos de productos, complementos, programas e intervenciones corporales. Me ofrece hormonas, inyecciones, me ofrece terapia. Me ofrece dietas y gimnasio. El mercado no atiende ni entiende la posibilidad de sentirse bien en el cuerpo de unx mismx, entiende y extiende la posibilidad de comprarte otro cuerpo, otra autoestima, otra vida.

Me da por creer que a las personas gordas, de funcionalidad diversa, anórexicas, bulímicas y trans nos están engañando exactamente igual. Que tenemos una desesperación compartida.

Y para terminar, me pasa que cuando pienso esto, y me pongo nervioso, el feminismo no me suele ayudar a encontrar la calma que sí encuentro accediendo, de cualquier forma, al mercado.

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