Entro despacio en tu habitación, tan familiar, tan conocida, el suelo lleno de objetos que son tu vida y a un lado hay una vela encendida que a mí me lo dice todo. Me miras. Estamos en tu cama, que ya me huele a sexo sin siquiera habernos rozado, todavía.
Me dices que me ponga cómodx. Colocas los cojines, manipulas mis piernas, mi cuerpo, me sientas contra la pared, dispones la postura precisa para lo que pretendes hacer. Tienes tu brazo derecho escayolado, es tan porno y tan tierno verte manejar así mi cuerpo, con tanta vulnerabilidad y decisión al mismo tiempo. Eres todoalavez.
Me pones una cámara de vídeo en la mano.
Me bajas los pantalones y comienzas a lamer entre mis piernas. No sé si nos besamos antes, durante, o no. Creo que ya se me ha empezado a ir la pinza y ahora sólo soy consciente de tu lengua entre mis piernas.
Enciendo la cámara. Hay dos vídeos grabados que forman una sola escena. Son unos 15 minutos de ti. De ti masturbándote en esa misma cama. Se me acelera el pecho. Doy al play.
Tu lengua no abandona mi clítoris por ningún motivo ni momento. Está viva, muy viva, mi clítoris muy mojado, muy hinchado, muy grande (con la testo está que se sale) y tu lengua no cesa de jugar. Siento al mismo tiempo cómo se crece y endurece y cómo a ti se te llena de esta mezcla de líquido-sólido la boca. Empiezan los calambres por todas las piernas, el cuerpo, la mano que sostiene la cámara comienza a temblar.
Acelero los gemidos, que se confunden con los tuyos de ahora y con los tuyos del vídeo.
Lo siento todo tanto. Siento hasta los pelos de tu barba rozándome los muslos.
La escena continúa contigo retorciéndote, totalmente ajena al objetivo que te mira. Tú retorciéndote en esa cama que huele a sexo, y en esa cama tu lengua jugando entre mis piernas, todo se vuelve un juego erótico simultáneo, sincrónicamente articulado.
Me dejo y entro en ese viaje de espacio-tiempo que me has montado.
Nisiquiera soy consciente si llego a correrme.
Eres tan guarra y me desquicias tanto.
Follar contigo, cariño, es un arte, es un viaje.
Se nos da tan bien esto...
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